campofrío
No sólo de pechuga de pavo vive el hombre
Pues claro que uno ama el sitio de donde es más que cualquier otro, pero no a costa de todo. Que sí, que nosotros con tres longanizas y un chato de vino nos apañamos, pero bueno, al menos enciéndeme la luz que estoy de comerme el chorizo a oscuras hasta los mismísimos.