Señalar a estas mujeres que usan el burkini y castigarlas forma parte de un circo mediático y político, denota una estrechez de miras y una falta enorme de empatía. No se puede resolver un conflicto generado durante años y en el que hay tantos agentes implicados con una sanción a la víctima. Levantemos la mirada, revisemos las instrucciones de los prospectos, pidamos explicaciones y señalemos a quienes los escriben y prescriben, no a quienes los padecen.