'Boyhood', o un gran retrato de las vidas americanas corrientes y molientes
Cuando uno ve Boyhood es cuando, aunque suene absurdo, uno se da cuenta de que las vidas americanas no son lineales, siempre en progreso y llenas de desafíos y oportunidades, como nos ha hecho creer el cine. Qué va, son como todas: hasta cierto punto, lentas, insustanciales, silenciosas, pero con un átomo de interés por el futuro que mantiene el suspense.