El mantenimiento de la pena de muerte, el delito de blasfemia, la criminalización del adulterio de la mujer o la penalización de la homosexualidad, constituyen motivos de preocupación cuando se refieren a un país fronterizo con la UE y con el que mantenemos, además, un acuerdo comercial.
El espíritu colectivo llora hoy a Javier Krahe, bardo genial y genuino. Una de esas contadas personalidades irrepetibles e irreductibles. Uno de los últimos españoles en enfrentarse a un proceso penal por un tipo tan discutible como obsoleto: el de "blasfemia"... por cocinar un Cristo.