En el fondo, la única forma de salir de la catástrofe es garantizar a cada uno lo que la ley le otorga: a Israel, ver reconocida su existencia y su seguridad en las fronteras de 1967; a Palestina, poder construir un estado independiente en Cisjordania y Gaza que tenga como capital Jerusalén,cuyo estatuto puede definirse a satisfacción de todos: lo que sobra son fórmulas realistas.