ana mato
Lo que hacen con Teresa es una indecencia, lo de Excalibur no fue eutanasia
La actuación de la señora Mato se ha limitado a estar en una rueda de prensa que sirvió para dejarnos a todos mucho más preocupados viendo quién lleva el timón de esta emergencia sanitaria, pero el talante chulesco y provocador del consejero de sanidad de Madrid ha rizado el rizo de lo tolerable.
Carta (improbable) de una ministra a una enfermera
Querida amiga: Te mando una frase de una de mis niñas, que me ha hecho mucha gracia, es tan ingeniosa: "dile a tu amiga la enfermera que la próxima vez se pida ser ministra". Efectivamente amiga, pídete ser ministra que es más mejor y más guay.
Basta ya de culpar a la enferma
Escurrir el bulto no sirve. E insultar además a una mujer enferma de ébola por realizar su trabajo en un hospital público es una mezquindad intolerable de un Consejero como Javier Rodríguez. La Ministra Ana Mato -y si no es capaz, el presidente del gobierno- tienen que poner fin cuanto antes a esta estrategia de culpabilizar a la víctima.
La hora del sacrificio, el sacrificio de Mato
El caso de Excalibur es otra oportunidad perdida para dar explicaciones a la gente, como lo fue la fatídica rueda de prensa después de confirmarse el primer contagio del virus en suelo español. Da la sensación de que el perro tiene que pagar un precio que no está dispuesta a asumir la ministra, que se escondió incluso del Congreso en la sesión de control del martes.