Protegidos por cientos de policías, sus señorías observan paralizados desde la carrera de San Jerónimo, a dos pasos de los leones, en vivo y en directo, como crece la fractura que les separa de los ciudadanos.
Hoy en el Congreso, tanto el Gobierno como el resto de partidos seguían boquiabiertos tras la intensa jornada que se marcó ayer el monarca, dejando claro que puede tener mayor peso político del que se le atribuye. La discusión entre diputados es si se está excediendo en su papel o no.