Los 'populares' reconocen que buscan ser la "casa común del centro-derecha" pero precisan que los contactos con el exlíder de Cs son "meramente profesionales".
Esa ley obliga a congelar o bajar el precio de los alquileres en las zonas con “tensión” residencial de las 60 ciudades catalanas con más de 20.000 habitantes.