El oficio humanitario es peligroso. Los incidentes son numerosos y demuestran cómo la violación de los principios humanitarios son cada vez más frecuentes y se producen desde todas las partes. De los grupos armados y terroristas, pero también por parte de los propios Estados.
Muchos supervivientes han muerto por tétanos después de sobrevivir al tifón, muchos niños han fallecido por un simple catarro: duermen a la intemperie, casi todas las casas han perdido el tejado y casi todos los días diluvia un rato. Y no hay cómo protegerse. Un mes después, sobrevivir sigue siendo tremendamente complicado para las gentes de la isla de Leyte.