"Ahora que ya nos veis…": ‘Vozpópuli’ difunde y critica al mismo tiempo el anuncio del Ministerio de Igualdad
Al periodismo hay que exigirle que cualquier crítica que formule esté bien argumentada, sin deslizarse por la pendiente de la hipocresía. Algo que no ha sucedido con la difusión del anuncio ‘Ahora que ya nos veis: hablemos de feminismo’ a través del diario digital Vozpópuli, uno de los medios que se han beneficiado económicamente de esta campaña publicitaria del Ministerio de Igualdad.
Este domingo, en la portada del digital que preside y maneja Jesús Cacho aparecía el ‘display’ de este anuncio institucional, que redirecciona al usuario al spot del Ministerio de Igualdad. Si este mensaje comercial en concreto le generaba algún tipo de reparo ético o moral al editor de Vozpópuli disponía de instrumentos para haber vetado su publicación, explicando a renglón seguido sus razones para rechazarlo. No fue el caso.
Llama por tanto la atención que en el mismo portal de noticias el responsable de la sección de Medios, Rubén Arranz, publique un artículo de opinión en el que tacha de “absoluta aberración” que el ministerio que encabeza Irene Montero se dedique a “gastar dinero público en campañas institucionales sobre la educación sexual”. Dinero “gastado”, entre otros medios, en el que paga la nómina del airado articulista.
"El vídeo es una ocurrencia. Un tráiler torpe y de moraleja simple. Una imitación de la tórrida ‘Élite’, pero en este caso pagada con dinero público", se explaya el autor, quien juzga "indignante" que desde que han llegado a la política la ministra Montero y sus colaboradoras (“las citadas mujeres”) se dediquen a tratar de moldear las costumbres de los ciudadanos para adaptarlas a su ideología y a sus creencias". "¿Por qué ha de servir el dinero público para lanzarnos el mensaje de que hay tabúes en el sexo que se deben levantar?"
En su afán de ridiculizar la campaña institucional de Igualdad, el autor ilustra su artículo con una imagen de la escena sexualmente más explícita del spot televisivo. Habida cuenta de tan exacerbado puritanismo, es de suponer que el periodista habrá experimentado un grave conflicto moral al comprobar que su propio artículo servía de soporte para difundir el anuncio de Igualdad.
De modo simétrico, cabe preguntarse cómo acaba la publicidad del Ministerio de Igualdad en un medio como Vozpópuli, con una audiencia mínima según el medidor independiente del consumo digital GFK DAM y que de forma explicita rechaza este tipo de contenidos. Y, en concreto, por qué se elige para comunicar mensajes institucionales en favor de la educación sexual a un diario digital que adoctrina a sus lectores en contra de la misma, pues no parece que su audiencia objetiva sea la más proclive a los mensajes del departamento de Igualdad.
Para despejar estas incógnitas, al menos parcialmente, es importante aclarar el canal por el que se ha distribuido el anuncio de Igualdad publicado en Vozpópuli. Se trata de publicidad programática, un modelo de compra automatizada mediante la cual la plataforma intermediaria ‘coloca’ el ‘display’ en distintas páginas web sin ningún control por parte del anunciante respecto a dónde se publica su publicidad.
Por supuesto, la cabecera informativa tiene la capacidad ordenar a la plataforma tecnológica que distribuye esta publicidad programática que no le sirva según qué anuncios. Cosa que, a la vista de los hechos, no hizo Vozpópuli.