El periodista multado por la CNMV se anota otro bulo en ‘El Confidencial’
Agustín Marco vincula la ruptura de ‘Marca’ con Claro, anunciada en octubre, a una emisión de bonos que tuvo lugar tres meses después | Sancionado por “información privilegiada”, tiene una asesoría de “inversión” y “productos bancarios”, su área informativa.
Agustín Marco lo ha vuelto a hacer. Si en 2019 compró acciones de OHL aprovechándose de tener “información privilegiada” sobre una potencial OPA sobre la compañía (de la que solo informaría después de haber adquirido los títulos), el periodista multado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se ha anotado ahora otro bulo en El Confidencial. El viernes 17 de febrero atribuyó la ruptura de la alianza que el diario deportivo Marca selló en Latinoamérica con el grupo Claro, la división de medios de Carlos Slim, a que el empresario mexicano habría participado supuestamente en la compra de bonos del grupo Prisa.
Fuentes de Claro desmienten rotundamente a El HuffPost la información difundida por Agustín Marco. Esta compañía asegura que Marca denunció el pasado octubre la alianza con Claro, que en 2017 cristalizó en el lanzamiento del diario digital MarcaClaro, operativo en México y Colombia entre otros países latinoamericanos. La ruptura entre ambas empresas, anunciada la pasada semana, aún está pendiente de completarse.
No dejes que la realidad (ni tus intereses económicos) te estropeen un buen titular. Esa parece ser la máxima de Marco, a quien El Confidencial sostiene como adjunto al director mes y medio después de haber sido sancionado por la CNMV y repudiado por la profesión periodística.
Según las elucubraciones del alto directivo de El Confidencial, el supuesto apoyo de Slim a “los medios competidores de Unidad Editorial ha sido la gota que ha colmado el vaso de la relación con Urbano Cairo”, dueño de RSC Mediagroup.
Cualquier conocedor del mundo empresarial sabe que este tipo de alianzas corporativas están sujetas a un sinfín de cláusulas que fijan, entre otras cuestiones, plazos dilatados para una eventual disolución de la sociedad, de modo que es materialmente imposible que la razón que empujó a Unidad Editorial a dar por finiquitada si aventura latinoamericana con Claro estuviera relacionada con la reciente emisión de obligaciones convertibles de Prisa.
Administrador de una asesoría financiera
Pero la divulgación de falsedades y el uso de información privilegiada para obtener un lucro personal no son las únicas sombras que se ciernen sobre Marco. El aún adjunto a Nacho Cardero, director de El Confidencial, fundó en 2006 una empresa dedicada a la asesoría de finanzas de la que es socio y administrador único. Y, de acuerdo con el Registro Mercantil, la mantuvo en activo después de incorporarse a este medio en 2010… y hasta la actualidad.
Desde entonces y hasta hoy mismo, los servicios de asesoramiento financiero que ofrece esta firma han estado íntimamente relacionados con la especialidad informativa de Marco, las noticias sobre empresas e inversiones, que sigue publicando regularmente en El Confidencial.
Según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, el 16 de noviembre del 2006 Marco constituyó la sociedad limitada Tamar 21 Finanzas, 100% de su propiedad y cuyo objeto social es “la prestación de servicios de asesoramiento financiero, de inversión y de mercado respecto a productos bancarios y entidades de crédito, así como la tramitación, colocación y venta respecto a los mismos”. El capital suscrito en el acto de constitución de la empresa ascendió a 4.000 euros.
El volumen de facturación de esta sociedad unipersonal es un completo enigma porque nunca ha depositado sus cuentas anuales en el Registro Mercantil. De lo que sí queda constancia registral es de al menos cinco incidencias judiciales que afectan a Tamar 21 Finanzas, una relacionada con la Agencia Tributaria y otra de fecha tan reciente como julio de 2021. Lo que revelaría que la empresa del alto directivo de El Confidencial ha mantenido durante todos estos años algún tipo de actividad. En todo caso, en el Registro Mercantil no aparece ningún acto jurídico que acredite oficialmente la extinción de la empresa ni el cese de sus actividades.
El hallazgo de esta asesoría financiera propiedad del corresponsal financiero de El Confidencial suscita interrogantes tanto de orden ético como legal. Los códigos deontológicos del periodismo son inequívocos: un informador jamás debe confeccionar noticias en las que tenga un interés personal.
Aún más explícito es el Código Ético de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que por cierto ha condenado las prácticas de Marco: “Los periodistas de información económica podrán adquirir acciones, realizar otras inversiones u operaciones del mercado, siempre que no utilicen al efecto información confidencial o reservada que por su trabajo profesional hayan obtenido. Esta información tampoco la utilizarán en beneficio de terceras personas.”
En el terreno legal, Tamar 21 Finanzas figura en el Registro Mercantil con el cádigo 649 de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), el que engloba a las empresas que prestan “otros servicios financieros, excepto seguros y fondos de pensiones”.
Se da la circunstancia de que, para prevenir fraudes multimillonarios por parte de chiringuitos financieros, y así garantizar la pulcritud y legalidad de las inversiones que se realizan en España, la CNMV monitoriza a las Empresas de Asesoramiento Financiero (EFA) antes y después de otorgarles su autorización para operar en los mercados.
El organismo regulador publica en su página web el listado de las asesorías financieras que cuentan con su autorización para ejercer esta actividad, entre las cuales no figura Tamar 21 Finanzas. Así pues, los clientes pasados, presentes o potenciales de Agustín Marco carecerían de cualquier tipo de amparo de la CNMV, incluido el derecho a ser indemnizados, en caso de ser víctimas de un fraude.