La productora que puso en marcha el canal 7NN se declara en concurso de acreedores
La entidad Producciones Hispania SA, propiedad de los hermanos Alonso, no ha podido hacer frente a las deudas millonarias que acumuló la cadena de ultraderecha en su año y medio de vida.
El pasado mes de marzo 7NN, la cadena de televisión asociada a Vox y financiada mayoritariamente por los altos cargos de la Fundación Francisco Franco (FNFF) José Ángel y Jaime Alonso García, echó el cierre por la "inviabilidad del proyecto". Tal y como explicaron fuentes de su Consejo de Administración a El HuffPost en aquel momento, los "excesivos gastos" del canal habían abocado al proyecto a un contexto de deterioro económico "irreversible".
Ahora, ocho meses después de que la televisión cesara sus emisiones y despidiera a toda su plantilla, la productora que creó y puso en marcha la televisión ultraderechista -Producciones Audiovisuales Hispania, SA- ha entrado en concurso de acreedores. Según ha podido confirmar este medio, la empresa empezó a ser gestionada por un administrador concursal el pasado jueves 26 de octubre.
A pesar de que en la última etapa de 7NN el empresario Marcos de Quinto formó parte de su órgano administrativo como consejero tras inyectar medio millón de euros en la productora, actualmente solo permanecen al frente de la sociedad los hermanos Alonso y el historiador y escritor Fernando Paz.
5,5 millones perdidos
De Quinto decidió salir del proyecto en abril para centrar su inversión mediática únicamente en Estado de Alarma TV (EDATV), la televisión digital de Javier Negre. Cabe recordar que en tan solo un año y medio de existencia la cadena llegó a fundir más de cinco millones y medio de euros y los sus tres accionistas perdieron todo el capital que aportaron sin percibir retorno económico alguno.
Concretamente desde el Consejo cifraron en “350.000 euros el gasto mensual” que cargaba su matriz Producciones Audiovisuales Hispania, S.A. Fuentes conocedoras explicaron a El HuffPost que uno de los problemas detectado por los Alonso fue un uso demasiado frecuente de intermediarios "afines" en los procesos de “compra de material para las oficinas, la redacción o los platós”. Una tendencia que habría estado lastrando la economía del medio en sus primeros pasos hacia la rentabilidad.