Todos en pie contra el despropósito de las prospecciones petrolíferas
Repsol tiene quien lo defienda mientras que el medio ambiente y el sustento económico de la población canaria no es defendido ni por el Gobierno central, ni por la Justicia. No hay ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas y la naturaleza, la pesca y el turismo pagarán las consecuencias.
El pasado martes el Tribunal Supremo dio la espalda a la ciudadanía y avaló los intereses privados de una multinacional petrolera. También es cierto que no fue por unanimidad, lo cual es muy revelador. Resulta del todo incomprensible que se permita poner en riesgo una zona de alto valor ecológico así como el turismo asociado a esa riqueza natural, que es el sustento económico de Canarias.
Permitir prospecciones petrolíferas en las aguas frente a Lanzarote y Fuerteventura, a escasos diez kilómetros de una zona propuesta por el propio Gobierno español como una de las diez áreas marinas a incluir en la red de Lugares de Interés Comunitario, es un completo despropósito.
En Greenpeace vamos a seguir apoyando a toda la sociedad canaria que se ha opuesto al proyecto y vamos a seguir con las movilizaciones el tiempo que sea necesario para que se conozcan los peligros de este proyecto. Porque no nos resignamos a que el desastre que causó British Petroleum en el Golfo de México en 2010 se pueda repetir en una de las zonas más ricas del mundo por su biodiversidad. Porque la zona donde Repsol pretende perforar se localiza a 9,7 kilómetros de Fuerteventura y a 18 kilómetros de Lanzarote y alberga una de las comunidades de cetáceos más importantes del mundo, con 29 especies diferentes entre los que destacan rorcuales, cachalotes, delfines, calderones y orcas.
El Gobierno central debe respetar las demandas de la población canaria, del sector turístico y de la comunidad científica, que han advertido reiteradamente sobre los riesgos que suponen las prospecciones a tres niveles: para el medio natural oceánico y costero; para el turismo, principal sustento económico de las islas e, incluso, para el abastecimiento de agua potable de la población, ya que el 100% de este recurso en Lanzarote y Fuerteventura procede del agua del mar.
La independencia energética a la que alude el ministro Soria para justificar y someterse a los intereses de Repsol no vendrá de manos del petróleo, sino del desarrollo de las energías renovables. Conviene no olvidar que España fue líder mundial en energías renovables hasta que este Gobierno entró como un elefante en una cacharrería llevándose todo por delante, menos los intereses de Respsol en Canarias o los de Cairn Energy en Baleares.
Ahora sabemos que Repsol tiene quien lo defienda mientras que el medio ambiente y el sustento económico de la población canaria no es defendido ni por el Gobierno central, ni por la Justicia. Los accidentes han demostrado por activa y por pasiva que no hay ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas y la naturaleza, la pesca y el turismo en Canarias van a pagar las consecuencias.
No vamos a parar ni un día en nuestra lucha contra de las prospecciones petrolíferas, en solidaridad con la población canaria. Es innecesario poner en riesgo al archipiélago canario para satisfacer los intereses económicos privados de Repsol. Mañana sábado se celebrará el Día de Acción Global contra las prospecciones en toda España para que la voz de quienes se oponen a las prospecciones vuelva a oírse alto y claro.