El rey Baltasar y zapatos de tacón

El rey Baltasar y zapatos de tacón

Este año te voy a dejar la carta colocada en un zapato de tacón. Sí, este 2015 el día de Reyes lo voy a recibir con zapatos de tacón alto, elevándome del suelo, sintiéndome más estilizada; las piernas más largas y el taconeo al andar quiero que marquen el ritmo del resto del año.

El día de Nochevieja a las ocho de la mañana decidí escribir mi carta a mi rey de siempre, Baltasar. Otra decisión es que iba a hacer unroscón de reyespara desayunar el día 1 de enero; lo hice y quedó muy bien. Soy la tercera de cinco hermanos, así que tras Melchor y Gaspar, el tercer rey me toca a mí.

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Normalmente, durante la última mañana del año -mientras me tomo el primer café- hago repaso del año que se va. Intento aplicar aquello de que para ser feliz hay que tener mala memoria, pero lo cierto es que lo malo se une con lo bueno, formando al final una madeja difícil de desenredar. Así que, este año, he decidido no echar la vista atrás y escribir mi carta de deseos confiando en la magia real. De todos modos, no quiero desviarme de la línea gastronómica de este blog y por eso os traigo una receta riquísima para estas fechas: arroz caldoso con bogavante. Lo he preparado hace poco y... ¡el resultado final cumplió con creces todas las expectativas!

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Arroz caldoso con bogavante

Ingredientes para cuatro personas:

Caldo base:

Una cebolla pequeña

Un diente de ajo

Un tomate pequeño

La cabeza de un bogavante

Una cucharadita de pimentón dulce

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

2 litros de agua

Sal

Arroz caldoso:

2 tazas de desayuno de arroz bomba

2 bogavantes

Un tomate rojo grande y maduro

Un diente de ajo

Una cucharadita de pimentón dulce

Unas hebras de azafrán

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Sal

Un limón

Elaboración caldo base:

- En una cazuela vierte el aceite y calienta a fuego medio. Agrega la cabeza de uno de los bogavantes cortada en cuatro trozos y aplástala con una cuchara mientras se dora un poco y el aceite coge un color un poco rojizo.

- Añade el diente de ajo pelado y picado, la cebolla pelada y picada, el tomate cortado en trozos y sal. Sofríe a fuego medio hasta que la cebolla esté muy suave.

- Agrega el pimentón, remueve y vierte el agua. Cuece a fuego medio hasta que se haya reducido un tercio.

- Cuela el caldo y reserva. (Lo puedes preparar la víspera de hacer el arroz)

Elaboración arroz caldoso:

- Separa la cabeza del otro bogavante. Córtala por la mitad. Corta las colas de los bogavantes por la mitad a lo largo y las pinzas cáscalas por dos sitios . Reserva.

- Pon a calentar el caldo base. Comprueba el punto de sal. Deberá estar muy sabroso.

- En un cacito pon las hebras de azafrán y dóralas a fuego suave sin que se quemen. Vierte dos cazos de caldo y cuece a fuego suave unos siete u ocho minutos hasta que se infusione bien. Apaga el fuego y reserva.

- En una cazuela vierte el aceite, el tomate pelado y cortado en trocitos y el diente de ajo prensado. Sazona con sal y sofríe a fuego suave. Remueve de vez en cuando para evitar que el tomate se queme.

- Agrega el pimentón, remueve rápidamente y vierte el azafrán con su caldo. Vierte además cuatro tazas y media de desayuno de caldo y deja que hierva a fuego vivo.

- Una vez que hierva agrega el arroz y remueve una vez. Añade, de momento, la cabeza del bogavante y cuece a fuego vivo diez minutos.

- Agrega las colas, riega con el zumo de medio limón y baja el fuego paulatinamente hasta completar ocho minutos más.

- Sirve el arroz con bogavante en los platos hondos y deja que repose cinco o seis minutos antes de tomarlo.

Tras este breve paréntesis culinario, retomo mi carta. Mis deseos son los que creo que la mayoría tenemos: salud, trabajo, amor... Pero, además, y esto es fundamental, que las personas a las que queremos estén y se sientan bien. Incluyo en mis deseos poner en práctica 13 cosas que no hacen las personas fuertes y que leí en un artículo traducido al español, publicado en El Huffington Post. Muy recomendable su lectura.

También en la carta incluyo dos caprichos que me gustaría que me trajeran, indicando talla y color, porque no hay cosa que más pereza me da que tener que cambiar los regalos el 7 de enero y no encontrar ni tu talla ni el color que quieres...

Dejo la carta sin firmar y me pongo a preparar la masa del roscón de reyes. Mientras espero a que la masa doble su volumen y el olor a agua de azahar invade mi cocina, termino la carta.

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Este año te voy a dejar la carta colocada en un zapato de tacón. Sí, este año 2015 el día de Reyes lo voy a recibir con zapatos de tacón alto, elevándome del suelo, sintiéndome más estilizada; las piernas más largas y el taconeo al andar quiero que marquen el ritmo del resto del año, aunque sé que habrá días, muchos, en los que me bajaré de los tacones, pero intentaré no bajarme nunca de la ilusión y la magia que tú, mi rey Baltasar, siempre me has proporcionado.

Un abrazo muy fuerte, María.

Cierro el sobre. Me voy corriendo al armario y me pruebo los zapatos de tacón que me compré para la última boda que tuve. Me los pongo y sí, me quedan bien. Los zapatos de tacón son muy traicioneros. Los vuelvo a guardar en la caja y me vuelvo a la cocina. La masa del roscón ya ha doblado su volumen.

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PD: son unos días en el que las redes sociales están invadidas de sitios para comprar el mejor roscón de reyes. Infinitos, así que si no os animáis a hacerlo, compradlo donde más os guste, aunque diré que no soporto los que vienen en cajas de cartón.

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