Un sujetador que incumple el protocolo
Que el escrito de la fiscal Marisa Morando, en respuesta al recurso presentado por Rita Maestre contra la sentencia que la condena por ofensas a los sentimientos religiosos, es muy polémico, lo tenemos claro y no voy a comentar ni discutir su contenido, apreciaciones o formas. Pero sí hay una frase en él que me gustaría resaltar.
Que el escrito de la fiscal Marisa Morando, en respuesta al recurso presentado por Rita Maestre contra la sentencia que la condena por ofensas a los sentimientos religiosos, es muy polémico, lo tenemos claro y no trata esta entrada ni de comentar ni de discutir su contenido, sus apreciaciones o sus formas.
Pero sí hay una frase en él que me gustaría resaltar. Dice, textualmente:
Me van a perdonar que me ponga quisquillosa, pero cada uno defiende su profesión como puede o cree que sabe. Y éste es el caso de la mía: yo soy técnico de protocolo, y por tanto sé que no es una falta de protocolo sino de educación. Quedarse en sujetador no está penado. Es sólo una cuestión de mal gusto.
El protocolo es un conjunto de normas, leyes y reglamentos que se aplican en los actos -oficiales o no- y que, por tanto, o se cumplen o se incumplen, pero nada más. Ni se saltan ni se rompen. Y menos aún es culpable del sujetador al aire de la señora Maestre, ¡el primero del mundo que incumple el protocolo!
Comprendo que las particulares apreciaciones de la señora fiscal acaparen todos los titulares, pero en mi ámbito profesional, en el "mundillo protocolero", estas confusiones nos tienen ya un poco hartos.
Hace décadas que hemos dejado de ser el de la levita con bastón que zascandileaba por los salones de palacio para ser profesionales formados y cualificados en un terreno que, como cualquier otro, demanda personal preparado. Y al que le está costando mucho que se entienda, especialmente entre los medios de comunicación, a qué nos dedicamos.
Enlace al escrito completo, publicado por Info Libre; la página con la frase mencionada es la número 6.