Origen del minuto de silencio

Origen del minuto de silencio

No es muy habitual el respetuoso minuto de silencio que ha guardado la afición del Liverpool en el estadio de Anfield en memoria de los jugadores del equipo Chapecoense. Lo habitual en los estadios de fútbol es que los minutos de silencio sean "sonoros". El origen de esta costumbre se remonta a 1919 y proviene del Reino Unido.

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El estadio del Liverpool guarda un emotivo minuto de silencio por el Chapecoense. (Foto: PAUL ELLIS/AFP/Getty Images).

Con motivo del terrible accidente que ha costado la vida a los jugadores del equipo Chapecoense de fútbol se ha guardado en el campo de Anfield (Reino Unido) un verdadero minuto de silencio. Aunque no es frecuente que sea "de silencio".

Si se observa con atención -o incluso, se comprueba por internet- en los partidos de fútbol, los minutos de silencio son "sonoros". No sé si es que veo poco fútbol, si es que es una nueva "reglamentación" del protocolo deportivo que se me escapa, o si son cosas mías, pero "de toda la vida" -lo que no quiere decir nada más que "costumbre inveterada" en protocolo- los minutos eran en silencio para que las personas se recogieran, durante esos escasos momentos, en un solemne y respetuoso recuerdo al difunto. Se hacen otros gestos como ponerse de pie, quitarse el sombrero, bajar la cabeza, rezar, pero en silencio.

¿Cuál es el origen de esta costumbre? Data de 1919 y se ha conservado gracias al apoyo que en su momento le prestó el rey Jorge V del Reino Unido. Un soldado australiano -Edward George Honey- que había combatido con el ejército británico en la I Guerra Mundial, propuso que los británicos guardasen un minuto de silencio a las 11 de la mañana de 11 de noviembre, para celebrar el primer año desde la firma del Armisticio que dio fin a la guerra. Al rey le pareció una buena idea y así se hizo.

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Tuvo tan buena acogida que se adoptó como la forma de homenajear a los fallecidos en espacios abiertos grandes y ante grandes masas de gente. Si siempre son emocionantes, en silencio lo son mucho más: eso lo han comprobado en esta ocasión los que lo vivieron en el estadio de Anfield.