Uno de los primeros pasos de peatones de la historia se encuentra en este mítico yacimiento arqueológico
Estaban elevados sobre el suelo para que, al cruzar de un lado a otro, los viandantes no se mojaran.
Pompeya es uno de los mejores tesoros que ha dejado la historia para los amantes de la misma. Testigo de la erupción del Vesubio, fueron las consecuencias del mismo las que han preservado cómo era la vida en la región. Y es así cómo actualmente se han podido conocer multitud de datos sobre la época romana.
Por ejemplo, se ha podido saber que ya entonces existían los pasos de peatones. A diferencia de cómo se diseñan a día de hoy, pintados sobre el asfalto con tinta blanca, los que han quedado para la posteridad en Pompeya están elevados.
Un conjunto de piedras elevadas del suelo es lo que unía una acera con otra entonces. Consistían, según recoge el Diario de Sevilla, en unas tres o cuatro piezas de piedra que permitían a los viandantes pasar de un lado a otro.
El motivo para que estuvieran elevadas del suelo, según el mismo periódico, pasa por evitar que en los días de lluvia, no hiciera falta pisar la calzada y mojarse para llegar a la acera de enfrente.
Ahora bien, a priori, puede parecer que los carros, entonces, tendrían dificultades para atravesar aquellos tramos de calzada en los que haya una de estas infraestructuras. Pero eso no sucedía.
El ya mencionado medio recoge que la distancia entre las piedras estaba medida. De esta manera, los carromatos podían seguir su camino y la única medida que tenían que tomar pasaba por reducir un poco su velocidad.