El pueblo idílico que guarda el mayor tesoro de plata en España

España tiene muchos tesoros escondidos en forma de pueblos que guardan historia y cultura. Uno de ellos es Hiendelaencina (Guadalajara), que se encuentra a menos de dos horas de Madrid y a poco más de una hora de su capital provincial.

Esta localidad guadalajareña de 115 habitantes cuenta con la mayor reserva de plata de España. Y, además, también gustará a los amantes de la naturaleza, ya que cuenta con extensos bosques hará las delicias de los aficionados al senderismo o a la observación de aves.

Uno de los principales atractivos de Hiendelaencina es su museo, llamado ‘El País de la Plata’ debido a que es el sobrenombre que tuvo el pueblo por la actividad económica a la que se dedicaba.

Tal y como detalla el sitio web del Ayuntamiento de Hiendelaencina, “El País de la Plata es un espacio para recordar y comprender la historia de Hiendelaencina, una pequeña aldea de no más de ‘200 almas’, sacudida por el descubrimiento en 1844 de su rico subsuelo por D. Pedro Esteban Górriz, quien convenció a sus amigos para crear y explotar la primera sociedad minera ‘Santa Cecilia’ y cuyos magníficos resultados dieron lugar a una ‘fiebre de la plata’”.

Ese fue el germen de “el inicio de una transformación tanto económica como humana y urbanística. Sin embargo, las esperanzas de bonanza se vieron mermadas por la falta de planificación y por la irregularidad del yacimiento”, explica el consistorio. Sin embargo, tras varios altibajos en la producción, las minas de Hiendelaencina cerraron definitivamente en la década de los 80.

Pero, con el objetivo de que esa tradición y esa parte de la historia de la localidad no se pierda del todo, el Centro de Interpretación de ‘El País de la Plata’ trata de recuperar ese patrimonio “para que todo este esfuerzo no caiga en el olvido; para que el visitante pueda viajar en el tiempo por un distrito que antaño fue rico y para que todos los vecinos de esta comarca recuperemos nuestro pasado”, subraya el Ayuntamiento de Hiendelaencina.

Más allá del museo dedicado a la minería, otra de las joyas de Hiendelaencina es su iglesia románica del siglo XII, que junto a sus calles empedradas y a sus hogares tradicionales, transportan al turista a otra época.