Los otros Wonka: las fábricas de chocolate de España más apetecibles
Factorías a las que escaparse.
La película Wonka, uno de los estrenos navideños más esperados, hará que muchos salgan del cine con un gran antojo de chocolate, y otros también con ganas de visitar una fábrica de este delicioso dulce.
En España hay distintas factorías donde se fabrican tabletas, bombones y otras delicias a partir del cacao, ubicadas en pequeños pueblos, lo que permite además disfrutar de una escapada rural.
"El aroma del chocolate flotando en el aire te acompañará mientras descubres el encanto de estos pueblos. Estas fábricas despiertan los sentidos y hacen realidad el sueño dorado de Willy Wonka", asegura Judith Monmany, responsable de comunicación de EscapadaRural, plataforma que recomienda las siguientes:
Chocolate Jolonch (Lleida)
Ésta es una de las fábricas de chocolates en funcionamiento más antiguas de España. Desde 1770, Xocolata Jolonch produce chocolates artesanos en Agramunt, siendo su especialidad el típico a la piedra. A día de hoy, todavía se utilizan los métodos tradicionales de elaboración, los cuales pueden verse visitando su obrador.
Para completar la experiencia, en el pueblo se pueden visitar lugares como la Iglesia de Santa María, la casa consistorial y antigua cárcel y la Plaça Mercadal. Como alojamiento recomiendan Cal Viladot, que cuenta con una impresionante sala-comedor en la que se encuentra la biblioteca particular del anterior propietario, el artista Guillem Viladot.
Kaitxo (Bizkaia)
Kaitxo nació de la pasión por los chocolates gourmet de una de sus fundadoras. Creada en 2017, la marca familiar se dedica a elaborar cafés y chocolates. Estos últimos, proceden del cacao tratado en excelentes condiciones y sus productos son desarrollados a través de un proceso del haba a la tableta.
El obrador está situado en Balmaseda, una encantadora villa de poco más de 7.600 habitantes. El municipio cuenta con la iglesia de San Severino y el templo gótico de San Juan. Es un placer ver su Puente Viejo con su torreón. Y si somos amantes de la naturaleza, podremos realizar el recorrido hasta la cumbre del Kolitza, uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia. A unos cuatro kilómetros, en Arcentales, se encuentra el Palacio de Horkasitas, con una zona arbolada, cascada, estanque.
Chocolate Brescó (Huesca)
En el año de 1836, la familia Brescó-Escolà decidió comprar una parte del segundo convento escolapio de Benabarre para ser sede de la chocolatería Brescó. Aquí fue donde se inició una larga tradición familiar de maestros chocolateros.
En el centro del pueblo oscense, junto a la iglesia, se puede visitar el Museo Obrador del s. XVIII, situado en la casa Brescó, donde se puede ver cómo se elaboraba el chocolate siglos atrás. Además, podemos completar la visita callejeando por Benabarre, una coqueta villa de época medieval, vigilada por su castillo gótico. Para descansar, una opción es la Casa Rural Benabarre L'Era, con jardín, terraza, chimenea y mucho más.
Abuela Ili Chocolate (Granada)
Inaugurada en 2007, Abuela Ili Chocolate nació como un homenaje a la madre del propietario, Mauricio, y a su hija. Hoy en día, distribuye chocolate en diferentes ciudades del país y su tienda situada en Pampaneira recibe anualmente miles de turistas. Además de visitar la tienda, desde EscapadaRural recomiendan pasear por las calles del pueblo, que es la joya de la Alpujarra Granadina.
Aconsejan alojarse en la romántica Cueva de Cora, con un amplio jacuzzi acompañado de sales de baño, bombas de jabón y champagne.
Museo del chocolate de Astorga (León)
La elaboración de este dulce fue una de las principales industrias del pueblo y de la región entre los siglos XVIII al XX. Dada la importancia que este tipo de producción tenía en la zona, se crearon diferentes empresas que tenían como principal objetivo publicitar y comercializar el producto.
Toda esta historia se puede descubrir en el Museo del chocolate de Astorga, situado en un precioso palacete que fue la casa, almacén y obrador del chocolatero astorgano Magín Rubio.