La playa de Asturias que enamoró a la revista de viajes más prestigiosa: gran belleza "imperdible"
“En ningún otro punto los Picos de Europa se encuentran tan próximos al Cantábrico”.
Las playas de Asturias, con su inconfundible belleza natural, se han convertido en auténticos paraísos ocultos que cautivan a todos los que las visitan. Este rincón del norte de España, popularmente conocido por sus entornos salvajes, alberga algunas de las costas más impresionantes del país. Una gran variedad de playas que cautivan no solo a los turistas, sino también a todo tipo de medios internacionales.
Este es el caso de la playa de Ballota, la cual ha llamado la atención de la prestigiosa revista National Geographic, quien la califica como un destino “imperdible”. Este reconocimiento resalta la belleza salvaje y la serenidad que ofrece este rincón escondido que se encuentra a pocos kilómetros de la localidad de Llanes. “En ningún otro punto los Picos de Europa se encuentran tan próximos al Cantábrico”, asegura la publicación.
Este espacio natural presume de aguas tranquilas con poco oleaje y una arena fina y blanca, todo ello visible desde el mirador de La Boriza, al que la revista califica de “uno de los miradores naturales más espectaculares de todo el litoral español”. Desde este punto alto se pueden divisar algunos de los mejores atardeceres en la zona, así como se puede apreciar cómo se funden los colores verdes de la montaña con el azul del mar.
Una maravilla por descubrir
La playa de Ballota se consolida como un “arenal entre orquídeas”, un espacio abierto situado al lado de un impactante acantilado. Durante la pleamar, el agua impacta contra las rocas y sube a través de la chimenea natural que se forma en el entorno, pudiendo disfrutar así del espectáculo visual que se genera simulando un “géiser salado”. Todo ello enclavado en una playa semiurbana que tiene poco equipamiento pero un acceso sencillo a todos los públicos.
En mitad de las aguas cristalinas se encuentra un islote muy fotogénico que llama cuanto menos la atención: el islote del Castro. Un pequeño terreno en mitad del mar que desprende una belleza espectacular. La particularidad de este enclave es que cuenta con un potente bufón que se activa en los días en los que el oleaje es más intenso. Eso sí, cuando la marea sube este territorio queda sumergido y apenas se ve, aportando un aura de misterio y un atractivo particular.
En definitiva, la playa de Ballota es un recordatorio de las maravillas que aún quedan por descubrir en la costa asturiana, llegando a enamorar a todo el que tiene la suerte de visitarla. National Geographic, conocido por su enfoque en destinos exóticos y paisajes de ensueño, anima encarecidamente a sus lectores a visitar este preciado rincón asturiano donde la naturaleza se expresa en su forma más pura y cautivadora.