La muralla intacta equipada con cañones que jugó un papel fundamental entre España y Portugal
Data del siglo XII.
La riqueza patrimonial de España se extiende por todo el territorio. Iglesias, palacios e incluso murallas romanas como la considerada la mejor conservada del mundo se encuentran en el territorio nacional. Sin embargo, hay una que durante la Guerra de Independencia se caracterizó por estar prácticamente al límite entre España y Portugal (solo a 25 kilómetros de la frontera): se trata de Ciudad Rodrigo.
Su muralla data del siglo XII, concretamente empezó a construirse en 1161, bajo el reinado de Fernando II de León, quien llevó a cabo la repoblación de la ciudad. La muralla tiene más de dos kilómetros de perímetro, es doble y tiene siete puertas.
Con más de 2.200 metros de largo, en algunas zonas la muralla alcanza los 13 metros de altura y está flanqueada por cinco torreones. En su origen, tuvo ocho puertas de las que hoy se conservan siete.
A pesar de que lo que ve actualmente fue restaurado en el siglo XVIII, todavía se pueden ver restos de la muralla del siglo XII. De hecho, la muralla sufrió diversas reformas y ampliaciones desde su creación. A finales del siglo XV se construyó una segunda muralla, que hace que su amurallado sea doble, con amplias torres circulares, además de una fosa y contrafosa rodeando la ciudad.
Con motivo de la Guerra de la Independencia contra los franceses, el 7 de julio de 1810 la ciudad fue sitiada. Las 6.000 personas allí sitiadas tuvieron que rendirse ante el mariscal Massena el 10 de julio.
De entre las puertas de la muralla destacan la Puerta de Santiago y la Puerta del Sol, además, todavía se pueden ver algunos de los cañones ubicados en las cañoneras. Además, se pueden observar los impactos de la artillería francesa en algunos tramos de la muralla o en la Catedral.