España tiene su propia muralla china natural y casi nadie la conoce
Su singularidad hace que valga la pena visitarla una vez en la vida.
En lo profundo de la provincia de Huesca se encuentra una maravilla natural que se asemeja a la legendaria muralla china. Sin embargo, esta formación rocosa no goza de la misma popularidad que la de su famosa contraparte. Conocida como Roques de la Villa o la Muralla China de Finestres, esta impresionante estructura geológica se encuentra en el pequeño pueblo abandonado de Finestres, en la comarca de Ribagorza.
La Muralla China de Finestres se extiende a lo largo de valles y picos montañosos que en otro tiempo funcionaron como fortaleza natural del castillo de Finestres. Este monumento de piedra, esculpido por la propia naturaleza, ha sido testigo del paso del tiempo en una de esas zonas que forman parte de la "España olvidada".
Para explorar esta joya natural, se recomienda partir desde la encantadora localidad de Estopiñán del Castillo, a la que se puede llegar desde Benabarre. Este pequeño pueblo de solo 126 habitantes atrae numerosos turistas durante el mes de agosto para celebrar las fiestas de San Salvador con el baile tradicional de los palitrocs.
En los alrededores de la comarca de Ribagorza, en plena Sierra del Montsec, los visitantes pueden disfrutar de una ruta que comienza en la ermita de Santa María, un santuario de pequeñas dimensiones que ofrece una espectacular vista panorámica de la zona. Esta hermosa ermita, incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, ha sido modificada a lo largo del tiempo y es uno de los mejores miradores de la Garrotxa.
Otra parada obligatoria en el camino hacia la Muralla de Finestres es la ermita de Sant Marc de Finestres. Esta encantadora ermita se destaca por su pequeño ventanal de marco turquesa, que añade color y vida a la piedra erosionada por el tiempo. Desde este punto, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas privilegiadas de la muralla, que brilla especialmente al atardecer o al amanecer.
Una vez en la muralla de Finestres, los viajeros se encuentran con una vista panorámica del embalse de Canelles, responsable del despoblamiento de Finestres. Este embalse, con una capacidad de 688 hm³, es el más grande de la cuenca del Segre y el segundo mayor del río Ebro. Sus aguas turquesas y la exuberante vegetación que lo rodea crean un escenario digno de admirar y explorar.
La muralla de Finestres se encuentra en las cercanías del Congost de Mont Rebei, un impresionante cañón natural en la Sierra del Montsec que ofrece vistas espectaculares del embalse y la muralla, así como del río Noguera Ribagorzana que serpentea entre ellos.
Finestres en sí mismo es un pueblo abandonado, un lugar detenido en el tiempo que muestra ruinas de civilizaciones pasadas. Sin embargo, su singularidad y encanto cautivador hacen que valga la pena visitarlo al menos una vez en la vida. Además, en los alrededores, se pueden explorar otros pueblos abandonados como L'Estall y Chivireta, congelados en el tiempo y testigos silenciosos de la historia.