La aldea alicantina de casas blancas y calles empedradas considerada la 'cúpula del Mediterráneo'

La aldea alicantina de casas blancas y calles empedradas considerada la 'cúpula del Mediterráneo'

Ofrece planes para los amantes del mar, el arte y la montaña. 

Altea#Aleksandrs Tihonovs vía Getty Images

Recibe el sobrenombre de la cúpula del Mediterráneo, porque esta, vestida de color azul, destaca entre el blanco de sus calles. Aunque no sólo tiene una, son dos. Las mismas del mismo tono y elaboradas a base de cerámica y pertenecen a la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo. Ahora bien, este no es el único de los atractivos del pueblo alicantino de Aleta. 

Se encuentra entre Calpe y Benidorm. Sus calles, a pesar del blanco que caracteriza sus fachadas, se ve salpicado por los colores de las flores que adornan ventanas y balcones. Ofrece alternativas ociosas tanto para los amantes del mar, como para los de la montaña. Aquellos que disfruten especialmente del arte también encontrarán en Altea su sitio, por su casco histórico. 

Sobre la iglesia que acoge sus dos características cúpulas, la web de turismo de la Comunitat Valenciana explica que es "el principal (pero no único) edificio religioso de la localidad". Se encuentra en la denominada plaza de Iglesia, en el corazón del casco antiguo de Altea. 

El origen de este templo se remonta a principios del siglo XVI. "No obstante, el edificio tal y como lo conocemos ahora se edificó entre 1900 y 1910", señala el ya citado portal web. 

En lo que se refiere a los aspectos más formales de la iglesia parroquial, aseguran que se caracteriza por tener estilo arquitectónico neobarroco, aunque con detalles propios de finales del siglo XX. De su cúpula, desde la página de turismo valenciano apuntan que es "típica de la zona levantina".

El acceso a la iglesia es gratuito y "visita obligada si te adentras en el casco antiguo de Altea", aseguran. Aunque esta no es la única alternativa ociosa que ofrece Altea, también cabe la posibilidad de ir a alguna de sus calas, como la de La Roda o la del Mascarat, pero también la montaña. Cabe la posibilidad de emprender alguna ruta por la Sierra de Bèrnia.