Este es el único pueblo español que comienza con la letra 'W'

Este es el único pueblo español que comienza con la letra 'W'

Toda una rareza en la toponimia española.

Iglesia de Wamba (Valladolid).Getty Images

Seguro que alguna vez has escuchado nombres de pueblo tan peculiares que se te quedan grabados en la memoria o te han sacado una sonrisa. España, con su rica geografía y diversidad cultural, está llena de lugares con nombres curiosos y únicos. Pero, por topónimos muy raros que hayas conocido, seguro que no puedes pensar en alguno que empiece por la letra W.

Eso es porque realmente en España tan solo hay un único pueblo que lleva esta inicial, escondido entre las tierras de Castilla y León y cargado de historia y singularidad. Se trata de Wamba, un pequeño municipio ubicado en el corazón de la provincia de Valladolid que constituye toda una rareza en la toponimia española. Este detalle ha convertido al pueblo en un lugar único y en un destino de interés para curiosos, lingüistas y viajeros.

Con una población que ronda los 300 habitantes, Wamba conserva el encanto rural de Castilla y León. En los últimos años, el pueblo ha ganado notoriedad gracias a reportajes que resaltan su carácter único, un factor que se nota en la reciente afluencia de visitantes. Wamba debe su peculiaridad toponímica a la influencia de los reyes godos en el territorio, algo que sus vecinos han sabido transformar en un símbolo de identidad para el municipio.

¿Cuál es su historia?

El origen del nombre se remonta al año 672, cuando este territorio vallisoletano era conocido como Gérticos, donde el rey visigodo Recesvinto tenía una villa de descanso. El mismo día de su muerte, Wamba fue elegido sucesor oficial del recién fallecido y, por ende, monarca de la localidad. Este rey godo de avanzada edad tuvo un reinado marcado por varias rebeliones de vascones y nobles, así como por la traición por parte de uno de sus capitanes.

Según los registros, el monarca dio el nuevo nombre al lugar, dejando un legado histórico que ha perdurado a lo largo de los siglos. Este vínculo hace de Wamba no solo un caso curioso por su inicial, sino también un testimonio vivo de la época visigoda en la península ibérica. Además, entre los atractivos del pueblo destaca su iglesia de Santa María, un edificio de estilo mozárabe que cuenta con un osario que guarda unas 1.000 calaveras humanas.

En el interior de esta joya arquitectónica podemos encontrar varios retablos, entre los que destaca uno de estilo flamenco bañado en oro y plata del siglo XV, así como también se haya la sepultura donde se cree que está enterrado el rey godo Recesvinto. A su vez, el lugar alberga cráneos humanos y diversos huesos de frailes y vecinos que se han ido acumulando desde la Edad Media, según explica el ayuntamiento.

Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931, un reconocimiento que refuerza el valor histórico y patrimonial de Wamba. Más allá de su peculiaridad como el único pueblo español que comienza con la letra W, este pequeño rincón vallisoletano es un lugar donde la historia, la cultura y la tradición se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Un pueblo que invita a descubrir las raíces profundas de Castilla y León mientras disfrutas de un entorno con encanto singular.

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