El pueblo marinero de Euskadi que arrasa con sus casas de colores y su palacio histórico

El pueblo marinero de Euskadi que arrasa con sus casas de colores y su palacio histórico

Una experiencia única que combina belleza natural con un rico patrimonio cultural.

Paisaje de Pasaia (Gipuzkoa)Europa Press

De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay un total de 8.132 municipios repartidos por todo el territorio nacional. De todos ellos, 252 pertenecen a Euskadi, cada uno con su propio encanto y características únicas que sitúan a muchos de ellos entre los más bonitos del país. Sin embargo, hay uno en Gipuzkoa que está acaparando la atención de visitantes y locales por sus diversas joyas arquitectónicas.

Se trata de Pasaia, un pintoresco pueblo marinero situado en el corazón del País Vasco, a seis kilómetros del centro de Donostia. Alberga el puerto más comercial de Gipuzkoa y se ha convertido en un destino imprescindible para los amantes de la arquitectura y la cultura marina. A su vez, esta localidad se compone de cuatro pueblos: Pasai Donibane, Pasai Antxo, Pasai San Pedro y Trintxerpe.

Pasaia destaca por sus casas de vivos colores que se alinean a lo largo de la orilla del puerto y forman una estampa idílica que parece sacada de una postal. Con unos orígenes que se remontan a los siglos XVIII y XIX, estas viviendas son el resultado de una tradición pesquera que ha definido a esta localidad durante varias generaciones. Por ello, este enclave costero ofrece una experiencia única que combina la belleza natural con un rico patrimonio cultural.

¿Qué se puede ver en Pasaia?

Este pueblo de Euskadi tiene un casco histórico digno de admirar que cuenta con imponentes edificaciones como la ermita de Santa Ana, la iglesia de San Juan Bautista, la basílica del Santo Cristo de Bonanza y la casa del escritor Víctor Hugo. Estos son varios de los causantes que han propiciado que Pasaia haya vivido un incremento significativo en el número de visitantes que acuden cada año.

Pero sin duda, una de las joyas arquitectónicas más destacadas que aguarda esta localidad es el Palacio Arizabalo. Construido en el siglo XVII, este edificio de estilo barroco ha servido como residencia de grandes figuras de la nobleza local. Actualmente, es uno de los atractivos turísticos más visitados de la región, ofreciendo a los visitantes unas vistas panorámicas difíciles de olvidar y un recorrido por la fascinante historia del pueblo.

Este encantador rincón de Euskadi también tiene otros puntos de interés que encandilan a todo aquel que los visite, como lo pueden ser el Barco Museo Ecoactivo (Mater Museoa), el Faro de La Plata o el impresionante paisaje de Bocana de Pasaia, entre otros. En resumen, una rica herencia cultural que no solo convierte a este pueblo en un destino turístico en auge, sino también en un refugio de la tradición marinera que ha dejado una huella imborrable en la localidad a lo largo de los años.