El mágico pueblo medieval de Cataluña de calles empedradas, cumbres majestuosas y gastronomía de lujo
La mejor escapada para despedir el verano.
Con el verano llegando a su fin es el momento perfecto para planear una última escapada y aprovechar los últimos días de sol. España, con su infinita variedad de municipios llenos de encanto, historia y belleza natural, ofrece destinos ideales para una despedida inolvidable de la temporada. Hoy te traemos una de las mejores localidades para disfrutar en estos últimos vestigios del verano.
Se trata de Begur, un encantador pueblo medieval situado en la comarca del Baix Empordà, que recientemente se ha convertido en uno de los destinos más atractivos y mágicos de Cataluña. Ubicado en la provincia de Girona, este municipio es conocido por sus calles empedradas, sus paisajes de ensueño y su gastronomía de alta calidad, ofreciendo una experiencia única tanto para locales como para turistas.
En este pueblo conviven los vestigios de un castillo medieval con un impresionante litoral de playas, por lo que es el destino perfecto para los más amantes de la historia pero también para aquellos que busquen descansar en un ambiente tranquilo. Así, Begur está compuesto de numerosas calles empedradas y edificios históricos que datan de épocas pasadas y transportan a los visitantes a un ambiente medieval inigualable.
Una arquitectura imponente
Este pintoresco pueblo se alza a 200 metros sobre el nivel del mar y se extiende alrededor de su castillo, coronando una de las cumbres más majestuosas y ofreciendo unas vistas panorámicas impresionantes del Mediterráneo y el entorno montañoso circundante. Esta fortificación tiene sus raíces en el siglo XV y hoy en día se mantienen en pie sus antiguas murallas y hasta cinco torres defensivas que actuaban contra los ataques de los piratas.
Si nos adentramos en sus calles empedradas podemos apreciar lo que se conocen como “casas indianas”, es decir, casas de estilo colonial que fueron construidas por habitantes de la zona que emigraron a las Américas en el siglo XIX para escapar de la crisis económica y regresar con grandes fortunas. Todo este paraíso arquitectónico sumado a un entorno natural privilegiado, con verdes colinas y pintorescas calas de aguas cristalinas.
Un epicentro gastronómico
No obstante, Begur no solo deslumbra por su riqueza histórica y paisajística, sino también por su gastronomía de lujo. Los restaurantes del pueblo han sabido aprovechar los productos frescos de la región, como el pescado y el marisco del Mediterráneo, para crear platos exquisitos que fusionan lo mejor de la cocina tradicional catalana con toques modernos y vanguardistas. Tanta es la calidad de sus platos que Begur se ha convertido en uno de los epicentros culinarios de la Costa Brava.
Entre sus propuestas más populares destacan platos como los arroces marineros, los suquets (guisos de pescado), el peix de roca y una amplia variedad de tapas gourmet que permiten a los visitantes disfrutar de una experiencia sensorial inolvidable. En definitiva, Begur es toda una joya medieval que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, preservando su esencia histórica mientras ofrece lo mejor de la gastronomía y el turismo de lujo.
