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El hermoso pueblo fantasma que fue la obsesión de la realeza de Hollywood y ahora es la cuna del turismo oscuro

El hermoso pueblo fantasma que fue la obsesión de la realeza de Hollywood y ahora es la cuna del turismo oscuro

Actualmente está abierto al público, pero no al regreso de sus antiguos residentes.

FAMAGUSTA, CHIPRE - 24 DE JULIO: Cartel publicitario dentro de la 'Zona Prohibida' del barrio de la ciudad fantasma de Varosha.Athanasios Gioumpasis

Varosha, la lujosa localidad costera de Chipre que en la década de 1960 fue un refugio para estrellas de Hollywood como Elizabeth Taylor, ha resurgido de sus ruinas para convertirse en un centro de turismo oscuro. Esta ciudad, que quedó en el olvido tras la invasión turca de 1974, ahora recibe a miles de visitantes atraídos por su historia de abandono y tragedia.

Durante los años 60, Varosha era el destino preferido de la élite internacional, un lugar donde la realeza de Hollywood se mezclaba con turistas que buscaban sol, mar y lujo. Sin embargo, todo cambió en julio de 1974 cuando la invasión turca forzó a más de 15.000 residentes a abandonar sus hogares y negocios en cuestión de horas. Como consecuencia, se convirtió en un pueblo fantasma, afectado por los militares y dejado a merced del tiempo y la naturaleza.

Los edificios de Varosha quedaron en ruinas, sus calles desiertas, y las playas, que alguna vez fueron llenas de vida, se transformaron en refugios para tortugas marinas. Durante décadas, la ciudad fue inaccesible y un símbolo del conflicto sin resolver.

El resurgir de un pueblo fantasma

Todo cambió en 2020 cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, junto con el entonces primer ministro del Norte de Chipre, Ersin Tatar, reabrieron la zona al público. Desde entonces, Varosha ha atraído a más de 1,8 millones de turistas, convirtiéndose en un ejemplo destacado de turismo oscuro. La ciudad ofrece visitas guiadas, alquiler de bicicletas eléctricas, y una variedad de servicios como cafeterías y sombrillas en sus playas.

Según contó a The Express Hubert Faustmann, profesor de la Universidad de Nicosia, la transformación de Varosha en un destino turístico es significativa: "Se está utilizando como atracción turística, sin que haya regresado ni un solo habitante anterior a 1974. Ha cambiado en el sentido de que está abierta al público, pero no está abierta al regreso".

Un futuro en debate

A pesar de la reapertura y la creciente afluencia de turistas, Varosha sigue siendo un punto de discusión política. Recientemente, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) debatió su situación en Oslo, basándose en un informe del ponente Piero Fassino, quien visitó la ciudad en mayo. Fassino expresó su esperanza de que Varosha pueda revitalizarse completamente y convertirse nuevamente en una "ciudad viva".

Mientras tanto, Varosha continúa atrayendo a aquellos fascinados por su historia única, representando tanto un recuerdo doloroso de un conflicto no resuelto como una curiosa atracción turística después de décadas de abandono.