El bosque de Cataluña al que no debe ir ningún niño por las esculturas que se encierran en su interior
Un espacio no apto para todos los públicos.
España es un país privilegiado por su rica biodiversidad, con una amplia variedad de bosques y paisajes naturales en los que es fácil perderse y conectar con la naturaleza. La oferta de espacios verdes para explorar es tan copiosa como diversa, desde los hayedos del norte hasta los pinares del sur. Sin embargo, en esta amplia variedad de entornos arbolados, hay un bosque en Cataluña que destaca no solo por su vegetación, sino por su peculiar decoración.
Enclavado en la región de Porqueres, en la provincia de Girona, se encuentra el singular Bosque de Falos de Can Ginebreda, un museo al aire libre que no es apto para un día familiar con niños. En su interior no solo podrás admirar árboles como robles, encinas, madroños, ginebras y pinos, sino que en este espacio hay distribuidas más de 100 esculturas eróticas que despertarán tu lado más atrevido y sensual.
Este arte provocador y conceptual es obra del escultor local Xicu Cabanyes, conocido por sus atrevidas figuras que son un culto a la sexualidad sin tapujos. En este bosque catalán se pueden encontrar esculturas desnudas, formas fálicas, rostros expresivos y nalgas respingonas, entre muchas otras obras que acaparan todo tipo de miradas. Están distribuidas a lo largo de los senderos naturales, convirtiendo la visita en una experiencia íntima y cargada de simbolismo.
Un arte provocador
Desde falos monumentales hasta representaciones humorísticas y grotescas del cuerpo humano, cada rincón del bosque está impregnado de una atmosfera que combina la provocación, la sátira y una buena dosis de surrealismo. Más de un centenar de esculturas adornan los 40.000 metros cuadrados que ocupa el bosque, elaboradas con todo tipo de materiales: hormigón, piedra, hierro, objetos reciclados…
Cabanyes siente tanta pasión por las esculturas que decidió comprar el bosque de Can Ginebreda para exponer públicamente sus obras, algo que ha generado cierta controversia en la crítica social. Cada cinco meses añade una nueva pieza a esta especie de museo al aire libre que, además de estar lleno de esculturas eróticas, también incluye bustos de personajes famosos como Elvis, Marilyn, Charles Chaplin, Freud y otros.
Para poder acceder al interior de este peculiar bosque debes atravesar unos tornos y una valla a la entrada, donde no hay personal que te reciba, sino que puedes pagar de forma automática. Eso sí, la entrada cuesta 4 euros, pero se debe pagar con monedas de 1 euro, un factor a tener muy en cuenta si no quieres darte el paseo en vano. Una vez que el torno gire, estarás dentro de este curioso bosque y podrás perderte entre sus amplios senderos.
Aunque este espacio es un tesoro para los amantes del arte contemporáneo y la expresión sin tabúes, la combinación de erotismo y sátira puede no ser del agrado de todos, así como no se considera un lugar apto para menores de edad. A pesar de ello, el Bosque de Falos de Can Ginebreda sigue siendo un testimonio único del poder del arte para desafiar normas sociales, además de un lugar idílico donde perderse y admirar la naturaleza en un estado puro.