Adiós a las olas de calor: la ruta por las cinco pozas refrescantes de Málaga accesibles con el coche
Los mejores destinos naturales para cuando el calor aprieta más de la cuenta.
Cuando los termómetros suben, la búsqueda de destinos refrescantes y cercanos se vuelve una prioridad para muchos. Si vives en Málaga o sus alrededores estás de suerte, porque la región esconde muchas joyas naturales que se pueden visitar para huir del sofocante calor y disfrutar de un ambiente relajado lejos del bullicio de la ciudad. Entre estos paraísos escondidos, las pozas naturales han ganado especial popularidad recientemente.
Una de las principales desventajas de estos tesoros naturales es que muchas veces es difícil acceder a ellos. Por ello, te traemos cinco pozas refrescantes escondidas en territorio malagueño a las que se puede llegar fácilmente con el coche, incluso siendo posible aparcar a tan solo unos metros de estos lugares donde las temperaturas ofrecen un respiro.
1. Charca de la Ermita
Se trata de una pequeña pero refrescante poza ubicada en el municipio de Jimera de Líbar, concretamente en la propia estación. Su nombre se debe a que se encuentra cerca de una antigua capilla, la cual actualmente está en ruinas. Su agua fresca y clara invita a un baño relajante, especialmente en los calurosos días de verano. Además cuenta con una pasarela de madera por encima de la escollera para facilitar el acceso a los piragüistas.
Se podría decir que es la primera charca que tuvo un uso turístico en la provincia malagueña. Además, es posible acceder a ella con el vehículo si tomamos el viaducto que supera el trazado férreo hasta el edifico de la estación. ¿Lo malo? Que no existen demasiadas plazas de aparcamiento, por lo que es mejor llegar a una hora temprana.
2. Charco Frío (Cueva del Gato)
Un nombre que hace honor a las bajas temperaturas de las aguas cristalinas que llenan esta poza y que provienen de los manantiales de la sierra. Ubicada en el municipio de Benaoján, esta joya natural cada verano atrae a numerosos bañistas que buscan refrescarse en esta zona tranquila y poco concurrida, lo que permite disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Para acceder a ella hay que utilizar la carretera que une a Ronda con Benaoján y dejar el vehículo en un parking de pago situado poco antes de llegar a la estación. Desde allí solo habrá que descender unos metros a pie y acceder por debajo de la vía férrea a la explanada situada bajo la cueva del Gato, con un paisaje verde del que emana una cascada que forma la preciosa charca de agua dulce.
3. Charca de la Mina
Situada en el municipio andaluz de Manilva, esta charca es una gran desconocida para muchos ya que ha sido este año cuando, por primera vez, se ha habilitado una playa fluvial cercana. Un refugio natural con sombrillas y merenderos que tiene un encanto especial difícil de encontrar en cualquier parte. Aunque a priori tenga unas aguas un tanto turbias, estas en realidad son sulfurosas, una característica muy beneficiosa para la salud.
Para llegar a este destino hay que conducir dirección a la depuradora de Manilva, pasando por el polígono de la localidad. El río del que provienen las aguas de la charca pasa por debajo del puente de la AP-7, por lo que debemos aparcar en una zona próxima y continuar a pie hasta que veamos la playa fluvial.
4. Charco Redondo
Se trata de una de las zonas de baño de interior más conocidas de la Serranía de Ronda y tiene una ubicación cuanto menos curiosa. Esta poza se encuentra en el punto donde se unen por carretera los municipios de Genalguacil, Jubrique y Algatocín. Se trata de una piscina natural de grandes dimensiones que cuenta con un acceso fácil y servicios en la zona para asegurar la comodidad de los bañistas.
Se ubica en un entorno muy natural, rodeado de montañas y vegetación típica de la sierra. Además, acceder a este lugar en coche es muy fácil y tan solo hay que caminar a pie unos pocos metros desde que aparcamos el vehículo. Aunque también tiene una ruta de senderismo para los más aventureros que prefieran llegar andando.
5. Charca de las Mozas
Ubicada en el municipio de Benahavís, esta poza es uno de los mayores reclamos turísticos de toda Málaga en cuanto a parajes naturales se refiere. El entorno que lo rodea es impresionante, con paredes rocosas y vegetación exuberante, pruebas del impactante cañón en el que se encuentra la poza.
Este paraje se ubica junto a la carretera, pero carece de un aparcamiento cercano. Por ello, la mejor opción es adentrarnos en el pueblo de Benahavís y dejar el vehículo en algún parking habilitado. De ahí tan solo habrá que caminar durante cinco minutos para llegar a nuestro anisado destino natural.