Una reconocida experta en protocolo da la clave para quedar bien ante un regalo que no te gusta
Cómo salir airoso del aprieto.
Papá Noel, los Reyes Magos o sus ayudantes en ocasiones se despistan y nos dejan bajo el árbol algún regalo que congela nuestra sonrisa inicial debido a la decepción.
En ese momento, son muchos los pensamientos que pueden atravesar nuestra mente: ¿es mejor decir gracias y que no se note nada? ¿Merece la pena decir la verdad y expresar que no nos gusta? ¿Cómo reaccionar sin ofender a nadie?
Diane Gottsman, experta en etiqueta y fundadora de la Escuela de Protocolo de Texas, ha dado sus claves en la CNBC.
Como expone, el regalo es algo secundario y lo que hay que tener en mente es "el pensamiento, el esfuerzo y el amor" que le ha puesto la otra persona. Por lo tanto, lo correcto sería agradecer su intención.
La especialista recomienda medir bien la situación y la relación que se tiene con la otra persona. Si es alguien a quien no conoces muy bien, basta un simple "gracias". Sin embargo, si sí que hay confianza, se puede preguntar de manera educada si sería posible cambiarlo.
Por ejemplo, si el regalo es algo de ropa pero la talla es inadecuada, aconseja decir algo tipo: "Me encanta, pero ¿te importaría si la cambio por una de mi tamaño?".
Además, una vez el regalo es tuyo, puedes hacer lo que quieras con él. Como cuenta, se puede volver a regalar, pero con la condición de ser honesto. Por ejemplo, si te regalan una tetera pero tú sólo bebes café, se la puedes dar a alguien que sí la vaya a usar, pero explicándoselo. Eso sí, no re-regales dentro del mismo grupo de amigos.