Una piscina natural a 200 metros de profundidad que ningún humano conocía hasta ahora
Se encuentra en Lechuguilla, la quinta cueva más larga que se conozca del mundo.
2020 marcó un antes y un después. El parón que se vio obligado a vivir gran parte del mundo ha dejado, todavía a día de hoy, algunas repercusiones. Sin embargo, ello no evitó que tuviera lugar un gran descubrimiento en el Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad, en Nuevo México, Estados Unidos.
Se trata de una piscina natural localizada a 200 metros de profundidad. Esta permaneció oculta hasta entonces, cuando una expedición fue a investigar los pasajes de estas cuevas, en teoría, vírgenes, que son famosas por las enrevesadas estructuras de estas cavidades plagadas de estalactitas.
El líder de la expedición, Max Wisshak, detalló que la piscina se encuentra en la cueva Lechuguilla y sostiene que mantiene su forma original. Asimismo, a través de un post publicado en la página de Facebook del parque nacional que el agua se encontraba rodeada por unas estalactitas de pequeño tamaño. "A su juicio, cree que podrían ser "colonias bacterianas que han evolucionado sin ninguna presencia humana en absoluto".
Científicamente importante
A juicio de Wisshak, "estas piscinas intactas son científicamente importantes porque las muestras de agua están relativamente libres de contaminantes y los organismos microbianos que pueden habitarlas son solo aquellos que se encuentran en ella".
Y se encuentra en la cueva Lechuguilla, que debe su nombre a la panta que se puede encontrar cerca del acceso a la caverna. Tiene una longitud de más de 220 kilómetros, por lo que es considerada la quinta cueva más larga que se conozca del mundo.