La vitamina que podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular
Un nuevo estudio abre la puerta a esta posibilidad.
Hasta ahora se sabía que la vitamina D era imprescindible para mejorar distintos aspectos de nuestra salud, entre ellos para ayudar a la absorción de los niveles de calcio. También se sabe que en España una gran mayoría de personas tiene déficit de esta vitamina a pesar de la cantidad de horas de sol de las que disfrutamos.
Ahora un nuevo estudio ha abierto la puerta a un posible beneficio adicional de esta vitamina. Según una investigación publicada por la revista científica The BMJ, mantener unos niveles adecuados de vitamina D podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. En concreto, ayudaría a prevenir la eventos importantes como un infarto.
Como explica El Español, anteriormente se habían realizado "estudios observacionales" que habían relacionado unos buenos niveles de vitamina D con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular pero no se había demostrado que los suplementos pudieran prevenir riesgos.
Eso es precisamente lo que ha intentado averiguar el ensayo D-Health, que, como recoge el El Español "se llevó a cabo entre los años 2014 y 2020, involucrando a 21.315 australianos de 60 a 84 años de edad, los cuales recibieron de forma aleatoria una cápsula de 60.000 UI de vitamina D o un placebo, vía oral, de forma mensual durante 5 años".
El estudio señala que durante los años que se llevó a cabo 1.336 participantes sufrieron un episodio cardiovascular y que la tasa de estos eventos fue un 9% más baja en el grupo que tomaba vitamina D respecto al grupo al que se le administró placebo.
"Así mismo, la tasa de infarto de corazón fue un 19% más baja y la tasa de revascularización coronaria fue un 11% más baja en el grupo de vitamina D, pero no hubo diferencias en las tasas de accidentes cerebrovasculares entre grupos", explica sobre la investigación El Español.
Además, también se concluyo que la suplementación tuvo mayor efecto en los pacientes que tomaban fármacos relacionados con enfermedades cardiovasculares. La investigación no puede sacar grandes conclusiones pero sí abrir la puerta a que se siga investigando por estas vías.