Vacuna contra el cáncer: en qué punto está el objetivo que mueve al mundo
La investigación contra el covid ha abierto una puerta, casi siempre cerrada, a la esperanza. Aunque siempre surge la misma duda: ¿por qué no se logra lo mismo con una enfermedad que mata a casi 10 millones de personas al año?
Un sueño que los científicos de todo el mundo están tratando de cumplir. El desafío de sacar adelante una vacuna con la que poner fin al cáncer sigue siendo una de las cuentas pendientes de los investigadores y más viendo lo que ha pasado con la del covid en un tiempo histórico.
Es, precisamente, la forma tan rápida en la que se logró un vial contra el virus lo que ha puesto en entredicho las intenciones, en materia de inversión, de las administraciones en la lucha contra los tumores.
El principal problema aparece en los diferentes tipos que hay. Es algo que complica la elaboración de una vacuna general que sea efectiva para todos ellos, aunque instituciones como la Comisión Europea abogan por comenzar a aplicarlas en tareas de prevención.
Algunos expertos reconocen que el objetivo está en la "detección precoz", aunque son claros al hablar de que es "difícil acabar con el cáncer" por su "genética". La apuesta, entonces, se está haciendo en unos tratamientos con los que se justifica que han servido para aumentar la tasa de supervivencia.
Organizaciones como la Fundación CRIS contra el cáncer también aseguran que se lleva "años trabajando" en estas vacunas terapéuticas, pero para ello hace falta "conocer muy bien el tumor", algo que "hasta hace poco requería de tecnologías caras y complicadas". Pero son optimistas con los avances logrados para desarrollar viales contra el covid y también en las técnicas precisas de secuenciación.
Cuando el mundo logró una vacuna en 10 meses
La crisis sanitaria del covid cambió por completo el día a día de muchas personas y las administraciones se vieron obligadas a tomar cartas en el asunto para dedicar una buena parte de su inversión científica a desarrollar una vacuna que luchara contra el virus.
El desarrollo de los viales contra el SARS-CoV-2 rompió todos los récords históricos. En sólo 10 meses, la protección creada por Pfizer y BioNtech pasó de ser una idea a una realidad en menos de un año.
Algo que maravilló al mundo, pero que también ha generado numerosas dudas sobre la inversión científica sin precedentes para poner fin, en este caso, a un virus respiratorio. Y que ha planteado la misma cuestión: ¿por qué no hacemos lo mismo con una enfermedad que mata a casi 10 millones de personas al año?
Pues, en gran medida, tiene que ver con esa baja inversión comparada con la del covid, pero también está relacionado con los diferentes tipos de tumor que existen.
La Organización Mundial de la Salud advirtió este jueves que estima que en el año 2050 haya un 77% más de casos de cáncer que en 2022, 35 millones de personas enfermas.
La influencia de las vacunas contra el covid
Quizá lo único bueno que ha traído la pandemia del covid es que los científicos han podido analizar casi más que nunca gracias a las inversiones millonarias que los diferentes países han hecho para poner fin a la crisis sanitaria.
Las inmunoterapias y las plataformas de ARN mensajero han aumentado el optimismo. Como ha ocurrido, por ejemplo, en un reciente ensayo en melanoma o en una investigación preliminar en cáncer de páncreas.
Los análisis han crecido, pero el tumor poco tiene que ver con los problemas derivados de un virus. Cada cáncer es distinto en los pacientes y se tienen que diseñar viales personalizados.
El doctor J. Javier González Cervantes, director del Máster Universitario en Enfermería Oncológica y coordinador del departamento de Enfermería de la Universidad Europea de Valencia, asegura que la clave está en "la detección precoz de los tumores". "De ahí la importancia del uso de nuevas tecnologías, programas de detección, y diseñar tratamientos adecuados a cada paciente", explica.
Pero piensa igual que otros científicos y cree que "es difícil acabar con el cáncer, debido a su genética". "Pero sí hemos aumentado en la respuesta a tratamientos obteniendo más remisiones completas de la enfermedad y aumentando la tasa de supervivencia", añade.
Respecto a la influencia del covid, es sincero a la hora de apuntar a que, en el caso del cáncer, existen muchos tipos de tumores y eso "dificulta la investigación". "Debemos tener en cuenta que de cada tumor existen diferentes variedades anatomopatológicas, por lo que el proceso se complica notablemente", advierte.
Un momento "muy interesante" para la investigación
El posible desarrollo de una vacuna efectiva contra el cáncer ha formado parte de un debate que ha ido en aumento en los últimos cuatro años. Es tal el interés que hasta la propia Comisión Europea presentó el pasado miércoles un informe en el que apoya a los Estados miembros en sus esfuerzos por prevenirlo.
Para ello, aunque no pertenecen al plano general, Bruselas ha destacado la importancia de impulsar dos que considera clave: la del virus del papiloma humano (VPH) y la que previene la hepatitis B (VHB). Algo que resaltan porque ambos patógenos son capaces de provocar tumores.
Según los datos de la Unión Europea, se calcula que alrededor del 40% de los casos de cáncer son evitables y, por ello, han reclamado aumentar la inversión. En el informe apuntan a que, en el año 2021, sólo un "5% del gasto sanitario total se dedicó a la prevención".
Ha sido precisamente la investigación científica para elaborar la vacuna contra el covid lo que ha encendido el debate de si se podría haber obtenido ya un vial eficaz contra los diferentes tipos de tumores. Algo que desde la Fundación CRIS contra el cáncer señalan que "es extremadamente difícil".
En un comunicado, la organización reconoce que esos problemas han obligado a que las vacunas se hayan centrado más en el tratamiento. "Como un tumor sólo puede crecer si el sistema inmunitario no lo encuentra o si el tumor manipula a la respuesta inmunitaria, el objetivo de estas vacunas es que nuestras defensas reconozcan y destruyan a las células tumorales", aseguran.
La Fundación CRIS detalla que para cumplir con el difícil reto hace falta saber "qué proteínas tiene que lo diferencia de otras células sanas", pero aseguran que la pandemia ha hecho que nos encontremos en "un momento muy interesante" en las investigaciones.
"Ya nos podemos plantear diseñar vacunas terapéuticas para personas con muchos tipos de tumores y si conocemos bien los tumores que han sufrido los pacientes, podemos diseñar vacunas para pacientes que hayan pasado un tumor, para que su sistema inmunitario prevenga una recaída", detallan desde la organización, poniendo de ejemplo el ensayo clínico para pacientes de cáncer de pulmón junto a la Universidad de Oxford.
Por el momento, aunque las fuerzas se centran en dar una respuesta que ponga fin al cáncer, algunos expertos desarrollan otros análisis para tratar de reducir los riesgos que deriven en problemas tumorales.
El doctor J. Javier González Cervantes es experto en la investigación que analiza el ejercicio físico y el cáncer. "En la mayoría de los pacientes oncológicos, el ejercicio físico realizando antes, durante y después del proceso oncológico ayuda a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. No hay que olvidar que un estilo de vida saludable reduce el riesgo de padecer un cáncer", razona.
Lograr una cura efectiva contra el cáncer con solo un pinchazo parece estar más cerca que nunca pese a que todavía queda mucho camino por recorrer. El optimismo es evidente, pero, pese a los pasos de gigante, sigue siendo una tarea pendiente.