Una de las tapas de bar con peor fama tiene el triple de hierro que las lentejas
Aunque hay que comerlo con moderación.
A la hora de pensar en una alimentación rica en hierro, lo primero que nos llega a la mente son las clásicas lentejas o el hígado de vacuno, tradicionalmente indicados para personas con anemia o algún tipo de déficit de este mineral.
Sin embargo, hay otros alimentos que, pese a no tener esta fama de ricos en hierro tienen unos valores nutricionales similares. En una entrevista con Telva, Lorenzo Pérez Castillo, médico experto en longevidad y autor de Dieta mediterránea, juventud eterna, da algunas de las claves para aumentar el hierro en la dieta que no tienen por qué pasar por las manidas lentejas.
De hecho, hay un producto presente en numerosas tapas de bares que tradicionalmente cuenta con mala fama por su alto contenido en grasa, pero que también tiene un importante valor en hierro: la morcilla.
"Nadie comenta que para combatir la anemia la morcilla tiene el triple de hierro que las lentejas, que en el pistacho y la almendra hay la misma cantidad de hierro que en las legumbres, y que además del contenido en hierro por 100 gramos conviene saber las calorías necesarias para ese aporte", defiende Pérez.
Tal y como indican en la Fundación Española de Nutrición (FEN), "100 gramos de morcilla cubren en más del 100% de las ingestas recomendadas de este mineral para hombres adultos y el 78% de las recomendaciones en mujeres adultas".
Sin embargo, en la FEN dejan claro que su consumo debe ser ocasional por su elevado contenido calórico y graso, "hay que hacerlo en pequeñas cantidades y dentro de un consumo esporádico".
Pérez recuerda también que hay otros productos como los mejillones que también son muy ricos en hierro, con bajo valor calórico y alta sensación de saciedad.
En esta entrevista, Pérez también derriba otros mitos como las dietas bajas en carbohidratos, que él contraindica especialmente si se hace deporte intenso. "No contribuyen a bajar de peso, pero sí a que se quemen reservas y a que todo lo que se come se acumule mientras se consume la glucosa extraída del músculo", señala, además apunta a que este tipo de dietas, que incluyen elementos como arroz, pasta, patatas o legumbres no aportan sensación de saciedad y "restan poder nutricional".