Una reputada médica apunta al intestino como el responsable de producir el 90% de nuestra felicidad
Habla del la conexión total que existe entre el cerebro y ese órgano, ya que en él se produce la mayoría de la serotonina de nuestro cuerpo.

El papel que tiene la microbiota en nuestra salud está más que probado por los científicos y su estudio sigue siendo muy relevante en relación con el desarrollo de numerosas enfermedades, así como de su prevención. Una de ellas es, sin ir más lejos, el cáncer. Así que ese conjunto de microorganismos que forman la microbiota de nuestro cuerpo, y que están repartidos por todo él, de la boca a los genitales, tienen que vivir en perfecto equilibrio para que nos mantengamos saludables. Y hay un nuevo aspecto a destacar en este mágico ecosistema que habita en nuestro cuerpo: su relevante papel también en nuestra felicidad.
Este aspecto es fruto de diversas investigaciones en la actualidad y lo destacaba recientemente, en un podcast de Endor Technologies, una gran experta en este tema, María Dolores de la Puerta, que lleva varias décadas estudiándolo, y que es, además, autora del libro Un intestino feliz.
Esta especialista habla del interesante eje intestino-cerebro para explicar esta relación, partiendo del hecho de que el 90% de la llamada hormona de la felicidad, es decir, de la serotonina de nuestro cuerpo, se produce en el intestino: ''Las neuronas que tenemos en la tripa son las mismas que las células que tenemos en el cerebro. Tenemos tantas, además, como en la médula espinal, así que hay muchas neuronas en el intestino. Esto significa que la mayor producción de serotonina de nuestro cuerpo (ese 90%) se produce en este órgan, con lo cual la conexión entre la alegría y felicidad y el bienestar del aparato digestivo sólo dependiente de la serotonina es absoluta'', explica esta experta.
De esa conexión provienen frases, según recuerda esta doctora, "como tengo 'mariposas en el estómago' o 'tengo cerrado el estómago', que están directamente relacionadas con la producción de serotonina en el intestino". Y esto es lo que De la Puerta llama el "eje intestino-cerebro en estado puro". Es decir, ''cualquier síntoma, sensación o pensamiento tiene detrás una molécula. Y efectivamente, esas mariposas en el estómago son un chute de serotonina y de dopamina'', destaca.
Así que eso de que el intestino es, en realidad, "el primer cerebro" es real, asevera esta experta, quien asegura haber podido constatar la importancia que tiene el funcionamiento del intestino de muchas formas y en muchos pacientes a lo largo de su dilatada experiencia clínica. Y concluye recordando que cuando los estudios han profundizado en el funcionamiento del sistema nervioso entérico, el del estómago, "han comprobado que sus neuronas son funcionales y se encuentran en una cantidad enorme''.