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Una nutricionista señala las cucharadas que debes echar en el plato a tu bebé cuando empieza a comer

Una nutricionista señala las cucharadas que debes echar en el plato a tu bebé cuando empieza a comer

Asegura que los niños tienen un sistema innato de autorregulación a la hora de comer.

Un bebé comiendo un potito, en una imagen de archivoEUROPA PRESS

Asegura que los niños tienen un sistema innato de autorregulación a la hora de comer que funciona de una manera increíble. De ahí que muchos nutricionistas, como ella, recomiendan a las familias que  la lactancia materna sea a demanda. Así lo cuenta la especialista en nutrición Melisa Gómez, en La voz de la salud.  

"Cuando ellos no quieren más, sueltan el pecho o el biberón y así hacen saber que han tenido suficiente", explica esta experta. Y asegura que con la alimentación sucede lo mismo. Así que nos da las claves que debemos seguir cuando nuestros hijos empiezan a comer las primeras veces en un plato.

"Nosotros ofrecemos una determinada cantidad, preferiblemente una o dos cucharadas para que vean poquito en el plato, y según vaya terminando, le ponemos más hasta que él o ella nos haga saber que ha alcanzado su saciedad. Esto lo hacen quitando la carita, o apartando el plato o la cuchara", explica Gómez. De esta forma, al cabo de dos o tres horas les podemos ofrecer otra vez más comida. 

Esta experta dice que el problema es que muy a menudo, cuando el niño da un bocado o dos y para él es suficiente, las familias se angustian y piensan que no está comiendo lo que debería. "Hay que entender que a un bebé le pasa como a un adulto, que también pueden comer más de lo que necesita", prosigue la nutricionista. Y pone un ejemplo: "Esto es como cuando vamos al cine con palomitas o como en las comidas de navidad, que estamos entretenidos y acabamos comiendo de más, sin escuchar a nuestro cuerpo. Pues los niños tienen este instinto muy sensible y le hacen muchísimo caso, pero si con el tiempo vamos forzándoles, poniendo distractores como los dibujitos, hacemos que dejen de reconocer todas esas señales". 

Así que, en conclusión, destaca esta especialista en nutrición, "si respetásemos las señales de los niños como cuidadores, tendríamos adultos muy saludables en este sentido, que comerán cuando tengan hambre, y no lo harán cuando no la tengan", afirma Gómez.