Una nutricionista aclara por fin si las pipas de sandías y frutos secos provocan apendicitis
Hay quien las encuentra molestas.
Es verano. Es el momento de disfrutar del sol —siempre con la protección adecuada—, la playa, la piscina y las comidas más refrescantes. Así pasa con la fruta. Ahora, es temporada de peras, melones y sandías.
Estas últimas, para aquellos que más las disfruten es probable que le encuentren como pega las pipas. Hay quien puede encontrar molesto el andar retirándolas, o bien antes de pegar un mordisco a la sandía, o escupirlas mientras la saborea.
¿Y qué pasaría si alguien se las traga? Hay multitud de bulos al respecto. Y a ellos les ha puesto fin la nutricionista Beatriz Robles. Esta, en una entrevista para la emisora de radio Cope, desmintió si ingerir las pipas de la sandía puede resultar peligroso para la salud o no.
La experta ha indicado que se trata de "alimentos muy seguros" y que estas no tienen la capacidad de producir enfermedades, como pueda ser la apendicitis. "Si las tragamos, no pasa nada", sentenció en la conversación Robles.
Además de que sus pepitas no resultan nocivas para el organismo, la sandía presenta multitud de propiedades. Una de las que destaca la Fundación Española de Nutrición (FEN) es la de ser la "fruta que mayor cantidad de agua contiene".
Ese es el principal motivo por el cual, según el ya citado organismo experto en alimentación, "tiene un bajo contenido energético y, en general, pocos nutrientes". Sin embargo, señalan que "contiene cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales". Asimismo, apuntan que "lo más destacable en su composición es su contenido en carotenoides sin actividad provitamínica".