Un tercio de los escolares de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso: de ellos, casi la mitad son de familias de rentas bajas

Más de un tercio de los escolares españoles de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso, como plasma la 5ª edición del informe Aladino sobre alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad, cuyo avance de resultados ha presentado este miércoles el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

Para el estudio de 2023 —se hace cada cuatro años y el último es de 2019, antes de la pandemia— se ha medido directamente el peso y la talla de 12.678 escolares de 296 colegios, tanto públicos como privados, de todas las comunidades autónomas. Además, sus familias y centros han cumplimentado cuestionarios sobre sus hábitos y estilos de vida.

Así, el 2,7% de ellos está en situación de delgadez; el 61,2% en normopeso, el 20,2% en sobrepeso y el 15,9% en obesidad, lo que resulta en un 36,1% de niños con exceso de peso (cifra que sale de sumar las de sobrepeso y obesidad).

Aunque desde el último estudio España ha mejorado en estos dos últimos indicadores —concretamente, el exceso de peso ha mejorado respecto a 2019 un 4,5%, puesto que el sobrepeso ha bajado 3,1 puntos y la obesidad, 1,4—, registran aún niveles elevados. Cabe recordar que el sobrepeso y la obesidad infantil “se asocian a numerosas complicaciones de salud y suponen un grave problema de salud pública”, recalca el Ministerio.

Brecha según el nivel de renta

La mejora, además, no se ha producido en todos los estratos de renta: en los escolares con rentas más bajas apenas se produce.

De hecho, la prevalencia de la obesidad en los menores cuya renta familiar es menor de 18.000 euros anuales es del 23,6%. En otras palabras, afecta a casi uno de cada cuatro niños. En el caso de aquellos con una renta familiar que supera los 30.000 euros anuales, la obesidad es del 10,9%; uno de cada diez.

La diferencia de renta está detrás de algunas desigualdades de hábitos en las familias que pueden explicar estos datos. Por ejemplo, las de menores ingresos registran una menor frecuencia de consumo diario de frutas y verduras, sobre todo de estas últimas; tienden más a un desayuno incompleto, toman más refrescos azucarados o acceden en menor medida a actividades extraescolares relacionadas con el deporte, el ejercicio o la danza. Además, en ellas se duplica la cifra de escolares que pasan dos o más horas al día utilizando pantallas.

Poca fruta y verdura

El estudio, que entre otras cosas hace una fotografía de cómo es la alimentación de los escolares, muestra que siete de cada diez escolares desayunan algo más que una bebida (por tanto, un 30% no lo hace). El porcentaje es 17 puntos porcentuales más bajo en el caso de familias con rentas más bajas en comparación a las de rentas altas.

Menos de la mitad (el 45,3% de los escolares), consume fruta a diario y menos de la cuarta parte (el 23,8%), verdura. De nuevo, a menor renta, menor consumo de estos alimentos.

El 3,8% de los niños entre 6 y 9 años consume refrescos con azúcar más de tres días a la semana. El consumo se multiplica por más de ocho en las familias con menores ingresos con respecto a las más adineradas.

Movimiento y tiempo frente a la pantalla

El estudio también refleja que siete de cada diez niños dedican al menos una hora al día a jugar activamente y el 81,8 % realiza al menos dos horas semanales de algún tipo de actividad extraescolar que involucre ejercicio. Aquí el contraste está entre las niñas de familias de menor renta (lo practican el 64,2%) con respecto a las de familias con mayores ingresos (88,1%).

En cuanto al tiempo de pantalla, tres de cada diez escolares están expuestos a más de dos horas diarias: en los hogares de menor renta, el porcentaje de menores duplica al de los hogares con mayor nivel de renta (41,4% frente a 22,8%).

Además de seguir fomentando los hábitos saludables, desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, organismo encargado de llevar a cabo el estudio Aladino en nuestro país, resalta la importancia de la vigilancia epidemiológica frente al sobrepeso y obesidad infantil. El Ministerio de Asuntos Sociales, Consumo y Agenda 2030 tiene pendiente el reglamento de alimentación saludable en comedores escolares, cuyo proyecto está en tramitación, y el de publicidad de alimentos infantiles no saludables, para el que no hay plazo establecido.