Un psicóloga explica por qué las personas quejicas viven más tiempo
Aunque un neurólogo recomienda no protestar "todo el tiempo".
"Si quejarse es gratis", dice la sabiduría popular. Y lo es, al menos en el corto plazo. Es habitual protestar y mostrar disconformidad con lo que pasa, tanto en el trabajo, como en casa, además de en en el día a día internacional. Y se trata de un acto que puede tener consecuencias a largo plazo.
Así lo ha explicado la psicóloga de familia Isabel Menéndez en el programa Tiempo al tiempo. Ella ha asegurado que las personas que más se quejan suelen ser las que más tiempo viven. Ello se debe a las reacciones que se dan en el cerebro humano en el momento en el que este dice lo que piensa.
"Cuando nos quejamos, sube la dopamina y nos sentimos mejor", ha comenzado diciendo la experta. El motivo, ha proseguido, es que "soltamos esos sentimientos que tenemos ahí acumulados". "El acumular, el reprimir los sentimientos, estar con una queja, lo que hace es somatizar", ha apostillado.
Entonces, ha procedido a contar lo que significa ese concepto, el de "somatizar": "Que esa queja se transforme en úlceras de estómago, en dolores de cabeza, en malestar general".
Y ese malestar no es otra cosa, según Menéndez, que "somatizaciones de unos sentimientos que tenemos ahí". Por eso, ha instado a dejarlos ir, pero ha advertido que hay que saber cómo y cuándo hacerlo y "para eso, insisto, es la inteligencia emocional", ha concluido.
Ahora bien, el director del Instituto de Neurología Buenos Aires y neurólogo Alejandro Andersson ha lanzado una advertencia. En declaraciones recogidas por Infobae, el experto ha asegurado que "quejarse, lamentarse y enfadarse todo el tiempo puede tener un efecto negativo en el cerebro y en la salud en general".
Por eso, también recomiendan no sólo enfocarse en los aspectos negativos del día a día, tratar de ser prácticos ante según qué situaciones y tomar conciencia de que, a veces, conviene cambiar los patrones de pensamiento negativo.