Un nuevo fármaco basado en la imitación de las sustancias químicas del cannabis promete "revolucionar" el tratamiento del dolor crónico
Puede aliviar varios tipos de dolor.

Cualquier persona que cuente con alguna patología crónica sabe mejor que nadie que algunos medicamentos o tratamientos son especialmente virulentos y pueden llegar a acarrear graves consecuencias, haciendo bueno eso de 'es peor el remedio que la enfermedad'.
Pero ahora todo podría cambiar gracias a un reciente hallazgo llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) y la Facultad de Medicina de Washington. De acuerdo con los datos aportados por la universidad, hay en torno a mil millones de personas en el mundo cuentan con algún tipo de dolor crónico, por lo que una alternativa más 'agradable' y llevadera podría ser una solución para todos ellos.
Uno de los principales problemas de casi cualquier medicamento que trate una enfermedad o dolor crónica se centra en los efectos secundarios, que pueden llegar a ser muy graves o dolorosos. Por no hablar de que muchos de ellos pueden provocar una adicción o pueden desarrollar en la persona tratada una mayor tolerancia a los opioides en un corto período de tiempo.
Pues bien, todo esto podría pasar a mejor vida en caso de que la solución desarrollada por estos investigadores llegue a buen puerto. Según informaron, este medicamento se acopla al lugar específico de los receptores cannabinoides (CB1)
Por el momento se ha tratado en ratones de laboratorio, pero de acuerdo con lo publicado por la revista Nature, los resultados parecen muy prometedores, y destacan también que no provoca efectos secundarios ni adicción ni una mayor tolerancia al medicamento.
¿Y cuál es este medicamento casi mágico? Pues se trata nada menos que de un cannabinoide sintético modificado, y cuyo efecto es muy similar al del tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente activo del cannabis. Y según Alexander Powers, autor del estudio, el efecto analgésico es el mismo pero se evitan "los efectos secundarios".
"Esta molécula demuestra que podemos lograr una separación entre los efectos secundarios y los efectos analgésicos”, detalló Powers. Así, hasta ahora, las simulaciones han desvelado un sitio de unión en el receptor donde actúa el ingrediente activo, y es capaz de aliviar el dolor inflamatorio, neuropático y migrañoso, algunos de los más extendidos en el mundo.
Por todo esto, Powers considera que "este es un enfoque realmente emocionante", aunque avisa que todavía queda tiempo para que pueda utilizarse en humanos de forma efectiva.