Un estudio pide analizar bien la boca de todos los que manifiestan los primeros signos de demencia
Las dietas ricas en nitratos, como la mediterránea, están asociadas con una mejor salud cerebral.

Las bacterias son unas de las grandes enemigas de la nuestra buena salud y, en concreto, las de la boca, uno de los lugares especialmente proclives a su aparición, por razones lógicas, pueden influir, en concreto, en nuestra salud cerebral. Es una de las conclusiones en estudio publicado en la revista científica PNAS Nexus.
En esta investigación se hace hincapié en que no todas las bacterias son iguales. Dirigida por la bióloga molecular Joanna L’Heureux, el informe descubrió que entre los participantes con DCL genéticamente predispuestos al Alzheimer, aquellos cuyo microbioma oral estaba dominado en concreto por bacteria lPrevotella en lugar de por la Neisseria tenían un mayor riesgo de demencia. Esto sugiere que la composición del microbioma oral podría incluso servir como un marcador temprano del riesgo de enfermedad.
Al promover la presencia de la bacteria Neisseria en la boca y reducir la de Prevotella, estos investigadores creen que podrían influir en la disponibilidad de óxido nítrico, lo que a su vez podría beneficiar la salud cerebral. Es conocido que las dietas ricas en nitratos, como la mediterránea, están asociadas con una mejor salud cerebral, pero este campo requiere de más investigación para comprender completamente cómo la composición del microbioma oral y la ingesta dietética de nitratos afectan la producción de óxido nítrico y los resultados cognitivos.
Este estudio confirma que las bacterias que residen en la boca pueden influir no solo en la salud dental, sino también en el funcionamiento cognitivo. Estos investigadores, de la Universidad de Exeter (Inglaterra), han descubierto, en concreto, que las personas con deterioro cognitivo leve (DCL) que albergan una alta cantidad de bacterias del género Neisseria en su microbioma oral tienden a mostrar mejoras en la memoria de trabajo, la función ejecutiva y la atención visual.
Estos hallazgos concluyen que sería positivo promover ciertas bacterias en la cavidad oral a través de probióticos o prebióticos que estimulen estas comunidades microbianas, podría tener el potencial de retrasar la enfermedad. Este enfoque podría ser efectivo en tan solo unas semanas, según los investigadores.
Además, este estudio confirma otros previos que concluían que la salud bucal deficiente es un factor de riesgo significativo para el deterioro cognitivo y la demencia. De hecho, algunas bacterias asociadas con enfermedades de las encías se han encontrado incluso en el cerebro de personas fallecidas por Alzheimer. No obstante, no todos los microbios orales son perjudiciales, pues algunos pueden tener efectos protectores similares a los observados en el intestino.
El mencionado género Neisseria incluye diversas especies bacterianas que suelen habitar pacíficamente la nariz y la boca y que, en este caso, puede también tener beneficios para la salud. Estas bacterias pueden ayudar a reducir la presión arterial sistémica al convertir nitratos de la dieta en óxido nítrico, una molécula crucial en la regulación de la presión arterial y la protección contra enfermedades cardiovasculares y de las encías.
En cuanto al óxido nítrico, no sólo podría contribuir a la salud cardiovascular, sino que también se cree que ayuda a la protección del sistema nervioso central al mejorar la plasticidad neuronal y reducir la inflamación, un mecanismo central en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.