Un estudio demuestra que un hábito diario funciona igual que el medicamento para la presión arterial
Se trata de un cambio sencillo en el día a día.
La hipertensión es un problema de salud que afecta a un 42,6% de la población adulta española, según la Revista Española de Cardiología. Para tratarlo, suele utilizarse una medicación específica acompañada de cambios en el estilo de vida y la dieta, siempre supervisados por cardiólogos o médicos especialistas.
Uno de estos hábitos es reducir el consumo de sal en la alimentación. De hecho, un reciente estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) determina que la reducción de una cucharadita de sal al día es tan eficaz contra la hipertensión como la medicación indicada para ello.
La investigación determina que entre los 213 participantes "la reducción del sodio en la dieta redujo significativamente la presión arterial en la mayoría de los adultos de mediana edad y ancianos".
"La disminución de la PA de una dieta alta a baja en sodio fue independiente del estado de hipertensión y del uso de medicamentos antihipertensivos, fue generalmente consistente en todos los subgrupos y no resultó en un exceso de eventos adversos", añaden.
Una cucharadita de sal contiene 2.300mg, el límite máximo diario según las últimas recomendaciones del Institute of Medicine (IOM), mientras que la OMS recomienda no superar los cinco gramos al día.
"Este es el primer estudio que demuestra que las personas que ya toman medicación para la tensión arterial pueden reducirla aún más si limitan el consumo de sodio", señala a la CNN Norrina Allen, coinvestigadora principal y profesora de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
Además, la especialista apunta que "independientemente de la medicación", "entre el 70% y el 75% de las personas tienen probabilidades de ver una reducción de su presión arterial si reducen el sodio de su dieta".
Este no es el único estudio que ha demostrado los beneficios de reducir la sal de la dieta. Según un estudio del UK Biobank realizado entre 500.000 británicos de mediana edad en 2022, añadir sal a la comida con regularidad puede restar más de dos años a la esperanza de vida de los hombres y un año y medio a la de las mujeres.
Para ello, los especialistas recomiendan cambiar los aderezos de los platos y utilizar otras especias como cebolla o ajo en polvo, así como emplear limón o naranja para darles sabor.