Un cirujano se gana el amor eterno con una anciana de 100 años con una enfermedad y en cuidados paliativos: "Me dio otra vida"
Lo califica como "extraordinario" y "admirable".
La historia de Giuseppina Tantignoni Perazzo podría ser la de cualquier mujer mayor que se ve obligada a operarse de la cadera. Sin embargo, su vida dio un giro de la mano del doctor Luca Morelli, del hospital de Pisa (Italia), a quien ha querido mostrar su agradecimiento en una entrevista en el periódico Il Tirreno.
"El profesor Luca Morelli no me devolvió la vida: me dio otra vida, que es otra cosa", asegura al citado medio Tantignoni, de 100 años, que se encuentra en este momento convaleciente en su hogar junto a su hija Anna Perazzo.
A su edad Tantignoni mantiene la curiosidad que ha tenido toda su vida. Es licenciada en letras modernas por la Universidad Católica de Milán, es experta en filología y etimología y habla, además de italiano, español, latín y alemán.
La centenaria gozaba de buena salud y buen estado hasta que en septiembre se rompió el fémur tras una caída. Tras la operación, marchó a casa, pero una vez allí hubo una complicación. "Después de las pruebas los médicos le diagnosticaron displasia, un tipo de tumor, complicada por una fístula que había provocado una infección grave", señala su hija al periódico.
En ese momento los médicos la excluyeron de una intervención invasiva a su edad. Los médicos que la tratan excluyen la posibilidad de una intervención quirúrgica y ahí es cuando su hija contactó con el doctor Morelli.
"El profesor Morelli visitó a mi madre y la hospitalizó inmediatamente. En muy poco tiempo le drenó la bolsa infectada y ya podía sentirse mejor, sin dolor. Después exámenes muy cuidadosos para conocer su estado general y ante los resultados positivos, fue operada mediante la técnica laparoscópica. Se eliminó la displasia, se eliminó la parte dañada", recuerda su hija, que recalca el "infinito agradecimiento" al médico "no solo por la excelencia de su profesionalismo, sino también por haber aceptado el desafío de intervenir a una paciente tan anciana, de intentar darle más tiempo de vida".
Tantignoni lo califica como "extraordinario" y "admirable". Tal ha sido su recuperación a nivel anímico que asegura que le gustaría escribir otro libro a sus 100 años. "Me gustaría ayudar en la reforma escolar. Se debe llevar a cabo una reforma del individuo y de la familia; con menos problemas, los niños estudiarían mejor", adelanta.