Tu forma de escribir puede alertarte de que tienes esta enfermedad
Se trata de un cambio que puede achacarse a la edad, pero si ese fuera el caso, no se daría "repentinamente".
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la falta de producción de dopamina en el organismo. Por el momento, se desconocen las causas de la misma, pero sí se sabe que es progresiva. Sin embargo, hay una serie de síntomas que pueden contribuir a detectarla de manera más rápida.
Uno de ellos consiste en que el paciente comience a sentir temblores. Al principio, serán más bien leves, según recoge la agencia pública en materia de salud estadounidense, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), que también apunta a un cambio en la escritura.
Señala que puede ocurrir que en las personas que padezcan Parkinson en una etapa temprana se puede percibir que comiencen a escribir a un ritmo más lento o que su grafía se empiece a tornar pequeña o más apretada.
En cualquier caso, desde la Fundación del Parkinson, precisan que se trata de un cambio que puede deberse a la edad. "Algunas veces, la forma en que escribimos cambia a medida que envejecemos, o también si nuestras manos o dedos se ponen rígidos o si perdemos la visión", explican en su página web.
Sin embargo, cuando estos cambios responden a una mayor edad se dan "a lo largo de un período de tiempo largo y no repentinamente", precisan.
Pero este no es el único síntoma de la enfermedad. Otras señales tempranas pasan por experimentar algunos temblores o contracciones en las extremidades, comenzar a hacer "movimientos repentinos durante el sueño profundo" o hacer cambios en el volumen de la voz.
Recomendaciones para una persona recién diagnosticada de Parkinson
Sea cual sea el caso, si detecta alguno de estos síntomas o varios de ellos, el primer paso a dar es consultar a un experto. Si este, tras hacer las pruebas que considere pertinentes, le diagnostica esta enfermedad, desde la Fundación del Parkinson, dan estos cinco consejos.
El primero de ellos consiste en que el paciente ponga en orden sus prioridades y objetivos. El siguiente es que hable con su red de apoyo más cercana sobre cómo considera que lo puedan apoyar y acerca de cómo se siente respecto a este cambio en su vida.
El tercer tip es tratar de seguir una vida activa, dado que "el ejercicio de todo tipo es beneficioso para personas con Parkinson", según la Fundación, que apunta, además, que "encontrar una actividad que disfrute también puede ayudarle a mantenerse motivado(a) y con actitud positiva".
El cuarto pasa por seguir una rutina saludable en lo que a hábitos de sueño y médicos se refiere. Finalmente, recomiendan consultar con especialistas en este ámbito sanitario.