La fiebre por los suplementos: no siempre son necesarios y pueden hasta ser perjudiciales
A pesar de que se han popularizado en parte gracias a las redes sociales, los nutricionistas insisten en que las personas sanas con una dieta variada no tienen por qué tomarlos.
Colágeno en polvo para la piel, cápsulas de vitamina D, complementos vitamínicos para tener mayor energía o gominolas de melatonina para conciliar el sueño. Los suplementos están en auge, pero los expertos avisan: no son necesarios para personas sanas que además sigan una dieta equilibrada y cualquier suplementación debe supervisarse por un profesional sanitario.
“Los suplementos en principio son preventivos, en personas sanas se deberían utilizar para prevención. Si tendemos a estar constipados, pues como prevención podemos ciertos suplementos, pero yo siempre recomiendo asistir a un especialista para tomarlo de manera específica y concreta”, explica la nutricionista y especialista en suplementación Karen de Isidro.
Beatriz Robles, nutricionista y técnica de seguridad alimentaria, también advierte de que no es necesario tomar suplementos si una persona está sana. “De hecho la norma que los regula, que es el Real Decreto 1487 del año 2009, especifica que en la etiqueta tiene que poner la afirmación expresa de que los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada y además prohíbe que incluyan afirmaciones que declaren o sugieran que una dieta equilibrada y variada no aporta las cantidades suficientes de nutrientes en general, o sea que no, no es necesario para una persona sana”, cuenta la experta.
Ambas señalan que la suplementación es útil en personas que necesitan ayuda para llegar a los requerimientos óptimos en su situación. Robles pone el ejemplo de las mujeres embarazadas, que suelen necesitar más ácido fólico del habitual para cumplir los requerimientos, por lo que podría recomendarse la suplementación. “También es necesario en personas vegetarianas que se suplemente con vitamina B12, pero son casos específicos y que se abordan uno a uno, no de forma general como se pretende muchas veces en la publicidad, que parece que toda la población necesita tomar magnesio o cualquier tipo de complemento”, lamenta la nutricionista.
Por su parte, de Isidro pone de ejemplo el caso de las personas que comen poco pescado y necesitan suplementar con Omega 3 a diario. “Cuando se nos cae demasiado el cabello, pues quizás reforzar con vitaminas. Las personas sanas no deberían tomar suplementos de por vida”, señala la nutricionista, que advierte de que la suplementación debe ir pautada y limitarse a un momento o necesidad concreta.
Robles insiste en la prescripción médica: “No es recomendable que tomemos suplementos por nuestra cuenta pensando que como, por ejemplo, esto tiene ginseng me va a dar más energía. En el caso de los niños que percibimos que comen mal, entonces les damos el complemento alimenticio porque nos quedamos más tranquilos, pues no es recomendable a menos que lo prescriba un pediatra”.
En algunos casos pueden ser perjudiciales
Tomar suplementos sin control no solo no es recomendable, sino que a veces puede llegar a ser perjudicial. “Hay muchas interacciones con otros fármacos como ansiolíticos o antidepresivos y esto tiene que pautarlo un especialista”, avisa de Isidro que señala que, en el caso de la vitamina D, puede acumularse si se consume en exceso. Muchos españoles tienen déficit de esta vitamina y en los últimos años ha crecido la preocupación entorno a ella, pero eso no quiere decir que sea conveniente ‘automedicarse’.
“Siempre recomiendo hacer una analítica, mirarla y si hay deficiencias pues se aconseja tomar la vitamina D, pero si tienes unos niveles normales es más recomendable tomar el sol que tomar un suplemento. También reforzar con la alimentación, con pescados o lácteos”, recomienda la nutricionista.
Beatriz Robles también avisa de que algunos suplementos como la vitamina D pueden dar problemas porque tienen tendencia a acumularse si hay un exceso, mientras que en casos como el de la vitamina C si hay un exceso, el propio organismo lo eliminaría. “De hecho la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la EFSA, ha establecido unas dosis máximas tolerables para algunos micronutrientes porque el exceso sí puede ser perjudicial para la salud. Tenemos que saber qué tomamos y por qué lo estamos tomando”, defiende.
Dónde se compran, una cuestión fundamental
Saber lo que se toma no solo es importante en el sentido evidente, sino que también tiene que ver con dónde se compran estos suplementos. “Si compras en internet no puedes saber la trazabilidad de ese suplemento”, advierte Karen de Isidro, que avisa de que se está viendo “cómo se imita al producto original”, por lo que recomienda tener cuidado.
“Muchas veces los compramos en canales de venta no excesivamente controlados por Internet, y en no pocos casos pueden estar contaminados, intencionadamente o no, con otras sustancias”, denuncia Beatriz Robles, que pone el ejemplo de los suplementos que se venden para potenciar el vigor sexual.
“Es absolutamente imprescindible que los compremos en canales regulados que es donde van a estar sometidos a más controles”, recomienda la nutricionista. Es algo en lo que también coincide su compañera que, además, recuerda que si hay algún problema, en un canal de venta fiable pueden ofrecer una solución.
Además, de Isidro señala del peligro de tomarse cualquier cosa que se ve en redes sociales, algo que ella misma experimenta en sus propias carnes, ya que divulga en sus perfiles y habla de los suplementos que toma, aunque sin invitar a que sus seguidores los consuman. “Es cierto que las personas ven lo que tomo, se lo toman por su cuenta y ni si quiera lo hacen bien, algo que no deberían”, se lamenta la nutricionista, que pide tener ojo con lo que recomiendan los influencers. “La mayoría no tienen ni idea, así que hay que tener muchísimo cuidado”, avisa.