Sorpresa ante la probabilidad de aparición de cáncer en soldados que maniobran con misiles
Los encargados de un estudio sobre la incidencia de la enfermedad en el Ejército de los Estados Unidos advierten, sin embargo, que se tratan de datos preliminares.
Los resultados preliminares de un exhaustiva investigación sobre posibles casos de cáncer entre los militares de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos que trabajan con misiles nucleares, han revelado menos casos de los esperados por los responsables del estudio, que también se muestran cautos porque se trata de una fase inicial del análisis.
La investigación, basada en los registros médicos electrónicos de más de 2,2 millones de aviadores tratados entre 2001 y 2021, ha revelado hasta el momento 198 casos de cáncer entre los efectivos que maniobran con armas nucleares. Un cifra muy baja si se compara con los diagnosticados en el resto de las Fuerzas Aéreas: 5.063 casos.
Los responsables de la investigación, según un memorando que publica el portal Military Times, esperaban encontrar 800 casos de cáncer entre los militares que operan con este tipo de misiles. Sin embargo, lo que se observa en los datos iniciales del estudio es la alta incidencia que tienen dos tipos de cáncer en la muestra investigada: así, los diagnósticos de cáncer de mama y próstata podrían ser desproporcionados en este grupo, con 13 y 24 casos respectivamente, respecto a las expectativas iniciales, fijadas entre 13 y 19 casos.
El estudio se puso en marcha después de que otro informe revelara hace un año que, al menos nueve oficiales de las Fuerzas Aéreas que operan con misiles nucleares fueron diagnosticados con linfoma no Hodgkin después de trabajar en los silos en los que están instaladas las ojivas en la Base de la Fuerza Aérea de Malmstrom, en Montana. Con esos datos, el estudio se amplió bases militares como las de Wyoming, Dakota del Norte y California, en los que se encuentran 450 silos con misiles balísticos intercontinentales.
Los datos preliminares de esta investigación, sin embargo, contrastan con los recogidos por la organización Torchlight Initiative en una iniciativa que anima a los militares a enviar sus diagnósticos. En este caso, la institución asegura haber recopilado 410 casos. Las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos han advertido que sus datos iniciales podrían haber captado únicamente el 25% de los casos totales de cáncer en el Ejército.
La fase siguiente del estudio, en la que se espera tener una imagen más completa de la situación, incluirá los registros médicos de los militares veteranos, que datan de 1991, así como los registros sobre el cáncer en posesión del Departamento de Defensa y Asuntos de Veteranos desde 1976.
Además de los historiales médicos, también se han tomado más de 70.000 muestras en los silos donde están instalados los misiles nucleares para encontrar carcinógenos que puedan indicar la incidencia de la enfermedad entre los militares de las Fuerzas Aéreas. Aunque no se detectaron muestras de este tipo, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos está tomando medidas para abordar cualquier posible contaminación, incluida la limpieza recurrente de sustancias como los bifenilos policlorados.