Siete bulos sobre la protección solar, desmentidos por expertas

Siete bulos sobre la protección solar, desmentidos por expertas 

En los últimos años han proliferado los mitos sobre la fotoprotección y los peligros de exponerse al sol. 

Un bote de protección solarGetty Images

El verano ya está aquí y con él las largas jornadas de sol y playa. A pesar de que es imprescindible todo el año, el fotoprotector es especialmente importante en los meses estivales, cuando pasamos más tiempo al aire libre y el sol es más intenso.

La población está cada vez más concienciada sobre la importancia de usar crema solar durante todo el año, pero los bulos alrededor de los fotoprotectores e incluso el negacionismo de cánceres de piel como el melanoma están calando en la sociedad. “Me gustaría decir que no, pero es así, está calando”, advirtió Raquel Aguado, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), en un coloquio con expertas sobre el peligro de la desinformación sobre la fotoprotección organizado por Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética).

“No significa que nos hayamos convertido en paranoicos, sino que queremos disfrutar del sol de manera saludable”, defiende Val Díez, directora general de Stanpa, que denuncia que “negar que esos problemas pueden existir sería a absurdo” ya que tenemos “datos científicos” que así lo demuestran.

Estos son algunos de los mitos o bulos más habituales sobre la protección solar y los peligros que puede llegar a provocar la exposición al sol, desmentidos por expertas del ámbito médico y científico.

“Hay que apostar por un bronceado saludable”

Empezando por lo más básico, en los últimos años se ha hablado de tomar el sol con responsabilidad y apostar por lo que se ha bautizado como un bronceado saludable, que realmente no existe. “Empieza el verano y ya empiezas a ver a la gente tostada, por delante y por detrás”, recuerda María Segurado, dermatóloga jefa de sección del Hospital Universitario del Sureste de Madrid.

Lo cierto es que la exposición solar prolongada siempre conlleva sus riesgos, aunque sea con fotoprotección. “Un 90% del envejecimiento de la piel se produce por la exposición al sol”, asegura María José Gómez, directora médico científica de Cantabria Labs, que recuerda que los datos y la evidencia científica es la que es. “La OMS también ha ratificado la relación directa entre la radiación solar y el cáncer de piel”, añade la experta.

“Si te pones protección solar no absorbes vitamina D”

Los bajos niveles de vitamina D en gran parte de la protección española han ayudado a que proliferara el pensamiento de que es necesario tomar el sol un rato sin protección para que el cuerpo sintetice la cantidad necesaria ya que, según este mito, el fotoprotector impide esta absorción.

La realidad es que es simplemente un mito. De hecho, Leonor Prieto, directora científica de L'Oréal Dermatological Beauty España, cita un estudio realizado en Zaragoza con niños en edad escolar que lo desmiente. “En él que se veía que los niños que utilizaban protector sintetizaban más vitamina D”, asegura la científica, que explica que al llevar protección solar el eritema o la quemadura derivada de la exposición solar tarda más en salir por lo que se puede permanecer más tiempo al sol o al aire libre.

“Además hay unos cálculos que señalan que con cinco minutos de exposición en verano para fototipos 2-3, que son los que solemos tener en España, es suficiente. Si nos vamos al invierno no vamos a sintetizar vitamina D de Madrid para arriba. Habría que ponerse unos 40 minutos. Pero los fotoprotectores está demostrado que no evitan la síntesis de vitamina d. al contrario, como evitan la quemadura puedo estar más tiempo al sol”, asegura Prieto.

Para los que prefieran llevar un mejor control y saber cuánto tiempo pueden o deben exponerse al sol para mantener unos buenos niveles de vitamina D, la doctora Segurado recomienda la aplicación UV Derma, puesta en marcha por la Academia de Dermatología y Venereología. “Marca el filtro de protección adecuado para cada uno y cuántos minutos necesitarías para absorber la vitamina D necesaria según el día que haga o el tipo de piel que tengas. Yo la he utilizado e igual lo más habitual es que me marque ocho minutos al día”, aconseja la dermatóloga.

“Algunos filtros químicos son peligrosos”

En los últimos tiempos también es habitual desde algunos perfiles en redes sociales que se promuevan listados de filtros que contienen algunos protectores solares para evitarlos porque, según estos perfiles, son tóxicos o perjudiciales para la salud. "Los filtros están regulados, no es algo que aparezca espontáneamente sino que tienen que pasar una serie de controles estrictos", defiende Mónica Foyaca, de Isdin, recordando que para que un producto como una crema solar llegue al mercado tiene cumplir la estricta regulación europea.

"Al final todo lo que a día de hoy se está comentando sobre 'qué malo es este filtro o este otro' podría llegar a derivar en un mensaje de 'no utilices fotoprotección porque es más peligroso que exponerte al sol' y creo que es un mensaje que hay que tratar con mucho cuidado porque al final los filtros son seguros y también está más que demostrado que si se utiliza fotoprotección se previene el cáncer de piel. Esto no lo digo yo, lo dice la ciencia. Entonces, cuidado con ir en contra de unos ingredientes que al final son necesarios para una fotoprotección correcta", reflexiona Foyaca sobre los peligros de este tipo de bulos. 

“No pasa nada por quemarse alguna vez”

“Cuando eres joven parece que nada te va a hacer daño en la vida”, reconoce la doctora Segurado, que recuerda que la piel tiene memoria. “A veces parece que eso de decir que el daño solar es acumulativo es una cosa como muy de médicos”, comenta la dermatóloga, que advierte que no utilizar protección en etapas como la adolescencia puede derivar en problemas en un futuro.

De hecho, pone el ejemplo de la población mayor de 60 que está “frecuentemente en consulta” por problemas de envejecimiento y cáncer de piel por tomar el sol en exceso en su juventud.

“Desde la infancia y la adolescencia vamos a recibir entre un 50 y 80% de la radiación que vamos a recibir en toda nuestra vida. Es la época más importante para fotoprotegernos”, advierte María José Gómez, de Cantabria Labs.

“Algunos protectores solares alteran las hormonas”

Volviendo a los bulos sobre la seguridad de los filtros, se ha señalado a algunos de ellos alegando que son disruptores endocrinos, cuando la realidad no es así. “Todos los filtros están regulados y todos pasan por los mismos controles de seguridad y eficacia”, insiste Prieto sobre los controles a la hora poner una composición en un producto. Además, Val Díez señala que la clave no está en la sustancia sino en cómo se utiliza esa sustancia o la dosis que se necesita. “Habría miles de ejemplos divulgativos para entenderlo. Por ejemplo la sal, que incide en el riesgo cardiovascular. Pero a nadie se le ocurre crear un problema por bañarse en el mar que tiene la misma sustancia, el cloruro sódico. Es un ejemplo básico pero se puede utilizar para casi todo”, asegura la directora de Stanpa.

Díez pone el ejemplo del octocrileno, un filtro que se utiliza en los fotoprotectores y al que se ha puesto esta etiqueta de disruptor endocrino. “Si yo me lo inyecto o me lo tomo me produciría seguramente alteraciones en el metabolismo. Pero cuando te lo pones en la piel, además en una concentración inferior al 10% como está regulada en Europa, no se va a absorber, no te va a hacer nada en tu cuerpo”, explica, que advierte de los miedos que pueden despertar en los padres este tipo de bulos.

“No todos los fotoprotectores son seguros”

Desde que un protector empieza a formularse hasta que sale al mercado pueden pasar años hasta encontrar el mejor producto con toda la seguridad y eficacia. "Formular un producto cosmético es complejo, a veces parece que es formular una mayonesa pero no es así", asegura rotunda Leonor Prieto. 

"Se trabaja mucho para crear productos que cada vez sean más seguros, más eficaces y mejor tolerados. ¿Por qué? Porque tenemos una misión de salud pública", recuerda la científica. 

“Con ponerse un poco de crema por la mañana es suficiente”

A pesar de que el uso de protección solar se ha desestacionalizado, los expertos señalan que, especialmente en verano o cuando pasamos más parte del día al aire libre, no basta con ponerse un poco de fotoprotección antes de salir de casa. Es necesario aplicar una buena cantidad y reaplicar durante el día. 

 “La fotoprotección tópica tiene sus límites y la aplicación que hacemos no es homogénea. Lo más importante es que no nos aplicamos la cantidad suficiente de fotoprotector para que cumpla con ese factor que dice realmente el bote y por otro lado que tampoco reaplicamos", asegura María José Gómez. 

La experta recuerda que en verano también es recomendable "utilizar sombreros o gafas de sol, pero también la protección oral". "Al final es un complemento que nos va a proteger desde el interior porque tiene un mecanismo de acción contra los radicales libres y además también va a ayudar a disminuir la inflamación", aconseja. 

Por su parte Leonor Prieto, incide en la importancia de asegurarse de que cubrimos toda la piel al aplicarnos la protección solar. “Un 5% de pérdida de cobertura cuando me aplico un producto me puede reducir los índices de protección hasta en un 50%. Imaginad una camiseta que tiene agujeros, pues por esos agujeros va a penetrar la radiación solar. Yo voy a tener la sensación de que estoy super protegido porque me he puesto un super factor de protección y estoy teniendo problemas. Esa es la falsa protección”, cuenta la científica, que señala que ahora hay nuevas tecnologías para que el producto tenga una cobertura homogénea.

Además, la experta señala que lo más importante para que no moleste ponerse varias veces protección durante el día es la textura, que actualmente va incluso más allá de la crema y también abarca fotoprotectores en bruma o stick.  “Si no me gusta no me lo pongo, si me gusta sí me lo pongo. El mejor fotoprotector es el que te pones", concluye Prieto.