Sanidad alerta a las mujeres embarazadas que eviten cualquier medicamento que contenga este fármaco
La Aemps ha lanzado una alerta acerca del consumo de estos fármacos en mujeres embarazadas y sus consecuencias directas tanto en el feto como en el
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado un informe en el que se recomienda a todas las mujeres embarazadas a no usar -o en caso de hacerlo, dejar de usarlo- los medicamentos que contengan topiramato, muy habitual en la Unión Europea para el tratamiento de migrañas o evitar los episodios de epilepsia.
Las conclusiones a las que ha llegado el organismo español responden a tres estudios observacionales realizados recientemente y que han supuesto un cambio en la posición de la AEMPS respecto al uso de este medicamento en embarazadas tras comprobar los efectos derivados.
De los tres estudios, dos de ellos señalan que los niños que han nacido de madres que han tomado medicamentos con topiramato durante el embarazo presentan una mayor probabilidad de sufrir enfermedades o trastornos neurológicos como autismo, trastorno de déficit de atención (TDAH), discapacidad intelectual, malformaciones congénitas o restricciones del crecimiento fetal, según se recoge en el informe.
El PRAC va más allá
Por ello, se ha elevado la alerta para que todas ellas sean conscientes de los riesgos a los que se pueden enfrentar, asegurando que se evite su consumo salvo que no exista "otra alternativa terapéutica" y siempre y cuando estén "plenamente informadas sobre los riesgos de tomar topiramato durante el embarazo".
Por otro lado, el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacoviligancia europeo (PRAC, por sus siglas en inglés), recomienda también que las mujeres eviten quedarse embarazadas mientras toman este tipo de medicamentos.
En cuanto a los datos, los resultados han demostrado que entre cuatro y nueve de cada 100 niños que han nacido de mujeres que consumían dicho fármaco han sufrido algún tipo de efecto adverso de los antes indicados, a diferencia de los entre uno y tres por cada 100 niños de mujeres que no los tomaban.