Sanidad afina el mapa del calor para proteger a la población porque "esto va a ir a peor"
Se trata de un plan piloto que se inició en 2017 para "ajustar al máximo" la exposición al calor natural excesivo.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha mostrado este jueves su preocupación porque los episodios de calor como consecuencia del cambio climático "van a ir a peor", por lo que su departamento trabaja en afinar los mapas de temperaturas a partir de las cuales se activarán las alertas para la salud.
Sanidad ha activado este jueves el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperaturas Sobre la Salud de 2024, que fija unos umbrales máximos de temperatura a partir de las cuales empieza a aumentar la mortalidad asociada.
"Estamos trabajando para hacer los mapas del calor y poder presentar las alertas cuando vengan esas olas de calor y las recomendaciones que hay que tomar para protegerse", ha recalcado Mónica García en declaraciones a EFE.
El plan que ha activado hoy Sanidad mantiene los 52 umbrales de temperatura de los anteriores, uno por cada capital de provincia más las ciudades autónomas, a los que añade como novedad 182 zonas de meteosalud (áreas de territorio homogéneas desde un punto de vista climatológico en cuanto al comportamiento de las temperaturas diarias, de las que puede haber varias en una sola provincia).
Se trata de un plan piloto que se inició en 2017 para "ajustar al máximo" la exposición al calor natural excesivo, así como las indicaciones de alerta para la población; la definición de las zonas de meteosalud se realizó a través de las zonas de predicción meteorológica con similares climatologías de Fenómenos Meteorológicos Adversos (FMA) definidas por la Agencia Estatal de Meteorología.
Paralelamente, recuerda García, y junto con los ministerios de Transición Ecológica y Ciencia, Sanidad ha puesto en marcha el Observatorio de Cambio Climático y Salud porque las olas de calor, cada vez más frecuentes, "no solamente traen mayor mortalidad, sino determinadas alteraciones de nuestra salud, de nuestro comportamiento y de nuestra vida normal".
"Como es previsible que esto vaya a peor, lo estamos poniendo en el centro, y el Observatorio es una de las prioridades que tiene", ha subrayado.
Desde Sanidad insisten en una serie de recomendaciones para protegerse, especialmente los más vulnerables -niños, mayores y embarazadas-, de las temperaturas excesivas, la primera, beber agua y líquidos con frecuencia, aunque no se tenga sed y con independencia de la actividad física que realice.
Hay que evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación y permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, así como procurar reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar, no dejar nunca a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas) y consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas, son otros de los consejos.
También mantener los medicamentos en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar su composición y sus efectos, y hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).