El refresco poco consumido en España con cero calorías y múltiples beneficios: ideal para este verano
De media, cada ciudadano ingiera 1,91 litros al año.
A día de hoy, prácticamente todo el mundo es conocedor del impacto -tanto negativo como positivo- que las bebidas que ingerimos tienen en nuestro cuerpo. El consumo de bebidas azucaradas en nuestro país se ha reducido con el paso de los años como consecuencia de los numerosos estudios y pruebas que demuestran lo perjudiciales que pueden llegar a ser para nuestro organismo: diabetes, obesidad...
Por este motivo, algunas de las principales empresas de refrescos han ido adaptando sus productos para ser más apetecibles y 'sanas': cero azúcares, cero cafeína y un sinfín de alternativas a las bebidas tradicionales.
Entre todas ellas hay una que apenas es consumida en España y tiene grandes beneficios. No se trata exactamente de un refresco, sino de agua, concretamente de agua con gas. A diferencia de muchos lugares de Europa donde es un producto muy consumido, en nuestro país apenas un 3% del agua embotellada tiene gas, lo que es lo mismo: 1,91 litros por persona y año.
¿Agua con gas o natural?
Al igual que ocurre con el agua natural, esta modalidad presenta distintos tipos: sulfatadas, magnésicas, sódicas, carbonatadas o cloruradas. Todas ellas comparten una misma ventaja: presentan una gran concentración de minerales junto a un pH básico mayor al del agua pura.
Un factor clave que determina el porcentaje de minerales es el lugar de donde se obtenga ese agua; es decir, la zona geográfica de la que se extraiga.
Esta gran cantidad de minerales hace que el agua con gas tenga una capacidad de hidratación similar o superior a la del agua embotellada o del grifo. De hecho, en 2009, la OMS ya avisó de la importancia de incluir refrigerios y alimentos con una alta carga de minerales, debido a su gran aporte nutricional.
Beneficios y perjuicios
Entre los principales beneficios que el agua con gas presenta se destacan cuatro: su función digestiva, urinaria, disminución de riesgos cardiovasculares y beneficios óseos y dentales.
Las cuatro presentan aportes saludables como la reducción de estreñimiento o la sensación de saciedad que genera, un factor muy importante si se busca perder peso. Además, previenen enfermedades derivadas de problemas cardiovasculares, como la hipertensión o mejoras la frecuencia cardíaca.
Por contra, algunos perjuicios que pueden experimentarse es el riesgo de incontinencia de vejiga en mujeres mayores de 40 años o el deterioro a nivel dental en niños pequeños debido a que se trata de un agua no fluorada.